Capítulo tres.

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Se separó con lentitud de la morena. Sus pulmones se habían quedado sin aire y sentía su corazón bombear con fuerza sobre su pecho. Su respiración estaba acelerada y sus labios húmedos; aún podía sentir el sabor de los de su hermana en ellos. El rubor no tardó en hacerse presente en el rostro de la menor haciéndole parecer una manzana en tal punto de madurez. Su rostro lucía como si acabase de correr un maratón pues una ligera capa de sudor le acompañaba. Inhaló ondo antes de hablar. Sentía las piernas flaquearle y un desagradable sudor en las manos hacerse notar. Estaba totalmente nerviosa y no podía negarlo.

Por su parte, la chica de tez caramelo aún no lograba caer en cuenta de lo que acabada de suceder. Su boca estaba abierta circularmente y su vista puesta en la chiquilla que tenía de frente, buscando alguna expresión en su rostro que le detonara algún sentimiento. Lesslie pareció esquivar la mirada, pues inmediatamente bajó la cabeza negándole ver a través de sus ojos. Karen estaba estática y la mayor podría jurar que su corazón amenazaba con salirse de su pecho en cualquier momento. Podía escuchar retumbarle con fuerza, recordándole que lo que acababa de pasar no había sido un sueño, era una realidad.

—Y-yo.. —Trató de romper el hielo la chica de profunda mirada azabache, pero fue callada enseguida por una voz que le impidió continuar.

—No hables. No digas nada que termine por arruinar lo que acaba de pasar. —Soltó la menor y Karen permaneció en su lugar, tratando de retener y asimilar las palabras que la menor le dirigía.

—Sé cómo me miras. Sé lo que sientes cada que Bryan está a mi lado. Sé que darías todo por ser tú la que ocupase su lugar. Sé que te mueres de celos cada que él me toca. Sé la manera en la que logro ponerte nerviosa con una mirada, sin decir algún beso en la mejilla. Sé que soy eso que has buscado toda tu vida, Karen. —Cada palabra fue dirigida con los ojos mieles de Lesslie clavados en ella. La morena sólo sentía cómo en su estómago parecía haber una fiesta pues la sensación por la que pasaba era indescriptible. Algo único que sólo había experimentado con la menor. Karen lo sabía perfectamente; lo supo desde el primer momento: Lesslie era su persona.

Se levantó una sonrisa de felicidad y emoción pura. Su cuerpo era impulsado por una fuerza desconocida y lo único que Karen sabía era que no podía detenerse. No más. No después de las palabras de la chica. Le tomó delicadamente por la barbilla y pasó la yema de sus dedos por cada parte del rostro de Lesslie. La menor sólo cerró sus ojos ante la sensación, las manos Karen estaban tibias y le hacían sentir bien. Finalmente sintió los labios de esta contra los suyos y se dejó hacer. Era un beso dulce, lento. Apenas rozaron los labios pero Lesslie pudo sentir perfectamente la respiración de la mayor contra su rostro y las famosas mariposas en el estómago revolotearle con fiereza. Era un sentimiento que no había experimentado jamás y en ese momento supo que era la primera vez que daba un beso real. Un acto tan simple se sentía como la mayor demostración de amor al hacerlo. Y en ese momento Lesslie entendió. No era el beso, no era el lugar, no era el tiempo, era la persona con la que lo compartía.

Después de un tiempo indefinido que ambas sintieron como una eternidad, se separaron, con las respiraciones jadeantes. Ambos pechos subían y bajaban con rapidez, inhalaron ondo hasta que sus pulmones se llenaron de aire finalmente. La mirada azabache estaba conectada con la de la ojimiel expresando absolutamente todo sin necesidad de palabras. Era impresionante la manera que podían demostrarse todo sin necesidad de hablar o hacer algún contacto físico, sólo bastaba una mirada para saber lo que la otra buscaba sacar.

—No sé qué d-decir, Less.. —Expresó finalmente la mayor, mirándole fijamente.

—Ni yo, sólo sé que esto es nuevo para mi pero se siente bien, se siente.. real. —Esbozó una media sonrisa que Karen juraba se derretiría en cualquier momento. ¿Era una realidad lo que había pasado? Porque la morena podría jurar que se sentía como algo irreal.

Dulce Error. [Lessren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora