Capítulo 21

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Jisoo tomaba del brazo a Rosé como si fuera a perderse, cada cierto tiempo volvía a verla sólo para asegurarse de que estuviera cómoda con ella, le aterraba la idea de que la pelirroja se arrepintiera al final de la decisión que había tomado, la cual era no asistir a clases ese día.

Realmente a la pelinegra no le importaba mucho y hasta cierto punto aprovecharía la oportunidad, era justo lo que buscaba para hacerse más cercana a Chaeyoung. Sin embargo nuevamente no tenía idea de a que lugar la llevaría, es decir cuando estaba con la chica de la cual se había enamorado su lado torpe salía a la luz.

Se detuvo en seco tomando ambas manos de Rosé y llevándolas a su pecho inconscientemente, para este punto la chica pelirroja tenía las mejillas igual que su cabello, cuando Jisoo hizo aquella acción Chaeyoung pudo sentir los latidos de su corazón acelerado.

Aquí pasaba algo, ninguna de las dos quería dificultades con lo que hacían, aunque estaban consientes de que no todo iba a salir perfecto o quizá sólo debían dejar de pensar así. Porque ambas chicas guardaban en su interior un miedo.

Jisoo tenía miedo por lo que pasó con ella respecto a Rosé, sabía que estaba desarrollando sentimientos por ella y no estaba acostumbrada a enamorarse de sus conquistas, era como una regla que se obligaba a seguir, sin embargo esta vez ya la había roto.

La pelirroja pensaba en cómo terminaría la situación, una que ella decidió comenzar y no se quería echar para atrás, de lo contrario jamás sabría si la pelinegra cambiaría esa faceta conquistadora que cargaba, aunque debía admitir que en ciertas ocasiones aquello resultaba ser de ayuda, ya que se volvía coqueta y no lo iba a negar, le gustaba.

Regresando con los fuertes latidos de Jisoo ésta se dio cuenta de lo que hacía e inmediatamente quitó las manos de Rosé ocasionando en la chica un susto, de nuevo.

Ese día la pelinegra se encontraba algo ansiosa y es que a veces le era imposible soportar ver a alguien que conquistó interesado en otra persona. Hería  fuertemente su ego y eso era un problema el cual Jisoo no estaba dispuesta a aceptar, por lo menos no ahora.

—Per- perdón —se excusó la chica de cabello oscuro, bajo la mirada, quería huir de inmediato. Acababa de tartamudear frente a Chaeyoung, aquello le generaba mucha vergüenza; creía verse débil ante la chica, además no quería que la viera tan nerviosa.

Lo que para ese momento ya era un problema porque Rosé únicamente se podía concentrar en lo tierna que se vio Jisoo en ese instante, conteniendo las ganas de reír por ello, sólo mostró una leve sonrisa y Jisoo al verla juró que se iba a morir.

«Diablos, se dio cuenta»

—¿A dónde quieres ir? —la pelinegra se aclaró la garganta cambiando por completo el tema para sentirse menos nerviosa ante el ambiente que se estaba creando entre las chicas, que si bien por una parte de le gustaba mostrar esa parte de ella con la pelirroja por otra se estaba golpeando mentalmente. Era culpa del ego.

«Maldito ego»

—Hoy yo seré la que te llevará —Chaeyoung fue ahora la que tomó la mano de Jisoo, llevándola rápido por el pasillo hasta llegar a la salida del instituto.

La pelinegra trababa de sólo concentrarse en ver por dónde caminaba o mejor dicho corría porque sentía que tropezaría por lo rápido que iba la pelirroja.

Ya habían corrido tres cuadras demasiado largas a la opinión de la pelinegra y Rosé corría como si apenas hubiese comenzado mientras Jisoo seguía con su objetivo de no caer, además de respirar correctamente. Se preguntaba cómo era posible que Chaeyoung continuara igual, sin ningún contratiempo o tal vez ella era demasiado floja para hacerlo y es por eso que se cansó rápido, como sea sólo esperaba que la tortura terminara pronto.

«¿A dónde piensa ir?»

La duda la hacía imaginar miles de lugares a los cuales podrían ir, pero ninguno de ellos era posible en ese momento. Por ejemplo, se imaginaba a las dos caminado tranquilamente sobre la arena mojada de un mar tranquilo a la vez que pasaba su mano por la diminuta cintura de Rosé, era hermoso pensar en aquello. Lastima que sólo era una fantasía creada por la mente juguetona de Jisoo, que le quería hacer pasar un momento bochornoso con la pelirroja y lo logró.

Chaeyoung seguía corriendo cuando escuchó un golpe tras ella seguido de un fuerte jalón del brazo que sostenía la mano de Jisoo, quedando ambas en el suelo.

Y sí, Rosé quedó encima de Jisoo, no obstante la pelinegra sabía como había terminado aquello y su parte tímida la hizo cerrar los ojos para evitar ver la cercanía del rostro de la contraria con el suyo. Pensar que sus pensamientos fueron los causantes le daba aún más vergüenza.

La pelirroja pensó que sería bueno aprovechar eso y así lograr que Jisoo cayera más fácil, se enamorara de ella, que olvidará su objetivo principal para vivir felices por siempre.

«Sencillo»

Rosé ya hasta preparaba un plan para no salir lastimada.

𝐎𝐏𝐄𝐍 𝐁𝐎𝐎𝐊 • 𝐂𝐇𝐀𝐄𝐒𝐎𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora