Prófuga de la justicia

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Escuché sus gritos retumbar por todo el bosque, le habían jodido, habían acabado con la cabeza del plan, pero yo seguía viva, aunque él no lo supiese. Suárez me empujó contra la furgoneta de la policía, abrió las puertas y me azotó dentro. Sabía que me odiaba, que nunca me perdonaría lo que hice, pero el amor es la fuerza superior aún que él no lo entendiese. Me cacheó y se fue, dejándome sola con Ángel en la parte de atrás de aquella trituradora de sueños.

— Raquel, ¿por qué lo has hecho?

— ¿Me lo preguntas tú? Ángel te recuerdo que casi dejas a tu mujer por mi, sin contexto alguno.

Ambos soltamos una carcajada recordando los viejos tiempos, en los que yo no era una prófuga de la justicia y él no era un hombre destruido.

— Supongo que lo hice por amor, o por locura, una de las dos.

Bajé la cabeza posicionando mi mirada sobre la destrozada lona. Por un momento, me paré a pensar en todas las personas que habrían pisado aquel suelo, con una mirada tan perdida como la mía, con la misma adrenalina, pero con otro destino. Sabía que aún no iría a la cárcel, sabía que me iban a retener todo el tiempo posible en la carpa de la policía, frente al banco de españa, y también sabía que tendría que reencontrarme con mi queridísima Alicia Sierra.

— Ya hemos llegado.

Ángel me entregó un pasamontañas y un casco de policía, para que pasara desapercibida entre los millones de personas que constituían la resistencia, y estaban ahí delante, sin importarles nada, gritando a pleno pulmón, eran mi gente. Me llevaron hasta la carpa, me resistí, no quería entrar, no quería verla. Suárez me empujó hacia dentro. Levanté la cabeza y los vi a todos, los que alguna vez habían sido mis compañeros, los que alguna vez habían formado parte de mi bando. Mire al frente y la ví. Me quité el casco y el pasamontañas juntos, me había puesto nerviosa, intenté mantenerle la mirada todo lo que pude pero acabé por bajarla, se acercó a mi y me llevó agarrada del brazo hasta la parte de atrás de la carpa.

Prométemelo - AU raliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora