[La Despedida]

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Lo había mandado a vigilar una ruta, de las más estrechas, y aún que no estábamos muy lejos, parecía que no podía llegar a tiempo, porque por más que corriera con todas mis fuerzas jamás es suficiente, ¿Por qué siempre llego tarde?. Me di cuenta que todo iba mal cuando por más que le hablara el no respondía a nada, lo único que él quería solo era un poco de atención y yo por capricho quería estar sólo y sin saber lo mande sólo a un último chequeo aún que nuestro tiempo de vigilancia había terminado, no pude evitar que el se volviera otro rosto en el muro.

Cuando llegue donde él se encontraba estaba casi inconsciente, entonces sin pensarlo desenvaine la guadaña, estaba rodeado por 5 de ellos, <¡No mueras, por favor no mueras!> me repetía una y otra vez, mi aliento agitado, sudor corría por mi mejilla izquierda, mi ojos reflejaban la preocupación, cuando por fin llegue donde de encontraba en ese momento me abalance en contra de uno de un salto, corte su cuello sin pensar, la sangre mancho mis ojos, otro de un rápido movimiento me tomo por el brazo derecho y me aventó hacia suelo, sentía como el aire escapaba de mis pulmones, pero me levante rápidamente y le cercene sus 3 brazos para después empuñar la punta de la guadaña en su corazón, otro con sus garras pudo arañar mi espalda haciendo unos cortes largos, en ese momento mi ojo se empezó a tornar rojo, la furia qué sentía por la impotencia se empezaba a desbordar, de un movimiento rápido hacia atrás le corte dos de sus cuatro piernas, levante rápidamente el filo y corte su cráneo en dos, el último salio corriendo por el miedo de ver como mataba a sus compañeros tan fácilmente sin mirar atrás, pero había un cadáver más, al parecer Gio había podido matar uno sin imaginar que cinco más lo estarían cazando, deje caer la guadaña manchada de sangre para rápidamente dirigirme hacia donde el estaba, recostado en una piedra, manchando en su propia sangre, tenia la pierna izquierda arrancada del muslo hacia abajo un gran charco de sangre se formaba bajo de este, rápidamente arranque un pedazo de tela de mi suéter e intente hacerle un torniquete en su pierna, parando un poco el sangrando, un rastro de sangre corría por su ceja derecha manchando así también su ojo, su respiración poco a poco se tornaba lenta, pero aún así su mirada brillante.

-N-Nico... Estas... Aquí -Dijo entre abriendo sus ojos, tocando su pecho con su mano izquierda- Yo... Yo tenía... Todo controlado -Tose un poco de sangre- No hacia falta que vinieras.

Cuando me hinque enfrente de él, para intentar levantar lo, vi que tenia un pedazo hierro atravesando su estómago y otro en un pulmón, mis ojos se llenaron de horror, pues apenas tenia 14 años, tenia una vida por delante y yo lo mande al matadero, por mi tonta necedad de querer estar sólo, Ness, Oli y Josu llegaron rápidamente atrás mio igualmente agitados y horrorizados al ver la escena, Ness solo se tapo la boca con ambas manos soltando lagrimas, Oli la abrazaba intentado calmar su llanto mientras que Josu maldecida gritando al cielo golpeando los cuerpos inertes de esas cosas.

¿Por qué... están todos así... Nico? - Dijo con una voz muy tenue- ¿Apoco no han visto que yo... sólo pude... p-pude matar a estas... cosas sin... ayuda? - Su respiración se iba dificultando cada vez más-.

[M. U. N. D. O.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora