Travis Hudson, apodado cariñosamente Marlboro, nació un 3 de Marzo hace treinta y dos años atrás, en un pequeño pueblo en Illinois. Sus padres, Frank y MaryLou, eran dueños de una granja, y él fue el cuarto de cinco niños en total. La vida de campo con una familia grande era muy energética; se levantaban a las seis de la mañana todos los días y a las ocho ya estaban todos durmiendo, se la pasaban jugando afuera en el barro de pequeños, y siempre había comida en casa como para un ejército.
Pero a pesar de la linda vida familiar que tenía Travis, no dudó ni un segundo en irse a Chicago a estudiar ingeniería informática cuando salió de la secundaria; le había ido muy muy bien en la escuela siempre, y a pesar de que inicialmente quiso ser ingeniero mecánico, cuando se adentró más en el mundo de los computadores y de la ciudad se enamoró de la informática. Tenía talento para todo lo que era codificar y programar, y se graduó de la universidad con mucha facilidad y lo contrató la misma empresa donde había hecho su práctica en Chicago. Trabajó allí durante varios años, viajando periódicamente a Illinois para estar con su familia, hasta que su padre se enfermó. Entonces la familia Hudson completa, con Travis incluido, se mudó a Nueva York para que Frank pudiese recibir su tratamiento para la Esclerosis Múltiple desde la comodidad de su hogar. Consiguió otro empleo en otra compañía de computación, y trabajó allí durante un par de años más, hasta que conoció a Zara Feldman.
Uno de sus compañeros de trabajo era amigo de Zara de la universidad, y los invitó a una fiesta en el penthouse de la castaña. Travis y Zara se llevaron de maravilla automáticamente, y tras unos meses de amistad, lo invitó a trabajar para ella; necesitaba un ingeniero informático que la ayudara a averiguar algunas cosas, y a mantener ordenada la información de su empresa. Se había tardado en ofrecerle el empleo porque había un aspecto riesgoso; su padre había sido asesinado por una organización que al parecer se manejaba en base a hackeos, y necesitaba que alguien la ayudara a averiguar cosas sobre Vindicta.
Travis siempre había sido un joven orientado a la justicia y a la ética. Mientras que sus compañeros usaban sus conocimientos para meterse a la dark web o para hackear diversos sistemas, desde cuentas bancarias hasta otras cosas más graves, Travis siempre se rigió por un muy claro código moral. Y si podía ayudar a alguien a encontrar justicia, a hacer lo correcto, entonces lo haría feliz; además de que Zara le parecía una persona genuinamente buena, y pagaba muy, pero MUY bien. Tan bien que pudo costear su propio apartamento en Nueva York y ya no tuvo que seguir viviendo con sus padres, que ya tenían suficientes problemas en sus manos.
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𝕬𝖒𝖊𝖗𝖎𝖈𝖆𝖓 𝕯𝖔𝖌𝖘 [ʀᴘ]
Action𝒟𝑜𝓃'𝓉 𝒷𝑒 𝓈𝒽𝓎, 𝒸𝑜𝓂𝑒 𝒾𝓃. Inspirado en The Gentlemen, la película de Guy Ritchie.