Capítulo uno: En mi patética imaginación.

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"I'm not surprised, not everything lasts

I've broken my heart so many times

I stopped keeping track

Talk myself in, I talk myself out

I get all worked up then I let myself down"

Michael Bublé - Haven't met you yet


Byun Baekhyun está obsesionado con el amor, tanto así que se encuentra persiguiendo el romance en cada cliché que conoce. Lo busca en las mariposas de su estómago, en el brillo de su mirada e inclusive en el compás de su acelerado corazón. Sólo que no hay mariposas, ni brillos ni corazones agitados —más que cuando tiene que correr para llegar al aula a tiempo.

—Profesor Shim, ¿puedo pasar? —El nombrado hizo un gesto con la mano indicándole desinteresadamente que se dirigiera a su asiento. Los demás alumnos ni siquiera levantaron la mirada de sus computadoras portátiles y continuaron en lo suyo, todos menos uno.

—Tú, pequeña mierda. —Susurró Luhan cuando Baekhyun se desparramó sin aliento sobre su pupitre. —Siempre llegando tarde a clase, no tienes consideración con los que llegamos a tiempo.

Baekhyun tomó una respiración profunda para modular su agitación, mientras levantaba sus cejas en un gesto poco impresionado.

—Hey, es la segunda semana de clases y sólo llegué quince minutos tarde; dale algo de crédito a este pobre estudiante.

—Lo que digas, ayúdame con esta escala. Llevo toda la lección tratando de convertirla para poder terminar el plano y me siguen quedando diferentes resultados. —Le dijo al pelinegro que se encontraba iniciando los programas necesarios para la clase en su computadora portátil.

—Mentiras, has estado escribiendo poesía en esa libreta tuya. —Señaló una pequeña libreta amarilla de pandas que se encontraba entre el reguero de material.

True. —Luhan pronunció en un acento extraño, restándole importancia a la premisa.

Baekhyun conoció al castaño el primer día de universidad. Su simpático trasero vislumbró a Luhan en el mar de estudiantes de nuevo ingreso, como él. Le llamó la atención el parche de la bandera de China bordado en su amarilla mochila, por lo que, sin tener nada más entretenido que hacer dado que el instructor selecto para darles el recorrido por las instalaciones brillaba por su ausencia, se acercó a este en un intento de hacer buenas migas. Sólo que su chino no era tan bueno y algo de su dignidad murió cuando Luhan le contestó en un perfecto coreano.

Probablemente fue pena ajena o algo así, pero desde ese día formaron un extraño vínculo que podría denominarse como "amistad". Así, pronto comenzaron a formarse como ingenieros navales; no sin antes llevarse la sorpresa de que ocupaban el segundo y tercer lugar en el promedio de ingreso de su generación.

¿El primer lugar? Lee Sungkyung.

La chica se unió a su dúo con un amable "Sueltan algún comentario sobre qué hago en una ingeniería y juro que mandaré sus culos de regreso a casa en un bonito barco diseñado por mí".

Seh, inseparables desde entonces.

—A propósito, ¿dónde está Sung? —Preguntó a Luhan cuando el profesor dio por finalizada la lección de ese día.

—Yo que sé, esa pequeña mocosa terminó los planos desde la otra clase; probablemente sintió la imperiosa necesidad de recordarnos que es La Suprema.

EN MÍ || CHANBAEK ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora