pequeña belleza • BC [TERMINADA]

Mis sentimientos × Confundida

Narrador omnisciente.

Luego de desayunar, Linda decidió ir afuera en la terraza a tomar un poco de sol, el día estaba bastante lindo y quería estar sola un momento.
No iba a mentir, se sentía un poco asfixiante estar siempre dentro de la residencia.

Se sentó en una de las sillas de playa que estaban fuera y luego miró con atención el collar que traía puesto, el que era anteriormente de su difunta abuela.

—¿Qué deberían hacer abu? Esos chicos sienten algo por mi, y yo estoy muy confundida con todo esto. –Murmura con una voz casi débil, mientras jugaba con la cadena del collar. — No quiero darle ilusiones a nadie, pero caigo como tonta cada vez que hacen un movimiento sobre mi, soy una tonta.

Silencio.

—No, no lo eres Linda. –La voz de Iori hace que ella se levante de un salto y luego lo mire sorprendida.

—Iori-san, pensé que te habías ido con los demás hace un rato.

Iori se acerca y se sienta en la silla libre que estaba a su lado, mirando los árboles verdes y marrones y como el frío viento de la mañana tiraba las hojas débiles de estos.

—Avisaron que cancelaron las clases por un accidente que ocurrió en el aula de ciencia. –Linda asintió. — Sabes linda, me gustas mucho.

Linda quedó en silencio y luego iba a hablar, pero fue interrumpida por Iori.

—Pero no quiero darte problemas. Estoy agradecido de que hayas llegado a esta casa y que te haya contando lo que me sucedió hace un tiempo. —Linda lo escuchaba con atención. —No tengo el derecho nivel valor para luchar por tí. –Su voz sonaba seca, pero aún tenía una sonrisa sincera dibujada en sus labios.

—Iori-san...

—Quiero darme una nueva vida, por eso como último favor que te pido ¿Me acompañarías a un lugar?

Se levantó del lugar y le tendió la mano a Linda, ella lo aceptó sin dudarlo.

—Me gustaría.

Sabía dónde se dirigía, o tenía una idea.

××××××

Linda y Iori estaban en un cementerio, pero era uno bastante pequeño y estaba cubierto de árboles.
Ambos caminaron en silencio hasta llegar a lo que sería la lápida de Fuyuka.
Iori frenó unos centímetros y luego hizo una reverencia, dejó las flores sobre ésta y luego se arrodilló frente la tumba.
Linda estaba detrás de él, parada y nerviosa.

—Buenos días Fuyuka. Lamento no haber podido venir estos últimos meses, pero estaba algo ocupado, ya sabes los deberes, mis hermanos. –Iori hablaba con una sonrisa, se podía notar que era muy sincera, aunque sus palabras salían débiles al hablar. — Hoy te traje a una amiga, se podría decir. —Linda se acomodó en su lugar, más nerviosa. —Debo ser el peor chico, traje a la chica que me gusta a un cementerio a las 11 de la mañana y además para que conozca a mi ex. –Dice riendo un poco, linda sonrió. — Déjame presentarte correctamente. –Iori se giró y con la mano llamó a Linda, ella se acercó y se arrodilló a su lado y luego hizo una reverencia.

—Un gusto señorita Fuyuka, soy la amiga de Iori-san, Takahashi Linda. –Se presentó agachado la mirada y luego miró la lápida. Se notaba que esta bien cuidada, aunque había flores y hojas al rededor, era algo bastante "aesthetic"

—Ella es la chica que me gusta, lo siento por decirlo de repente, pero quería que sepas que ahora estoy muy bien y feliz.
Llegó a casa hace poco, pero me volvió tan loco como el día en que nos conocimos, si es para comparar.

El viento sopla en respuesta y Linda se sonroja un poco.

—Ella no gusta de mi, pero no me vine a quejar por ello. –Coloca su mano sobre su barbilla riendo. Tenía los ojos cerrados y su risa era empalagosa. — Quería decir que... Está será la última vez que vendré a verte.

Linda abre los ojos y se gira mirando a Iori sorprendida.

—Y sabes perfectamente que no es porque "no te quiera" si no... Porque quiero empezar una nueva vida Fuyuka. –La cara de Iori ahora está cubierta de lágrimas. Muerde sus labios para impedir que salga algún jadeo fuerte. Linda toma su mano y él se voltea a verla. Ella le sonríe y asiente. —¿Lo vez? Se que suena muy tonto decir que en un mes te puedes enamorar de alguien, pero con Linda me sentía realmente cómodo, aunque no hayamos pasado mucho tiempo juntos, pude sentir la calidez al hablarle de tí y sentí que era momento de dejarte descansar en paz.
—Iori hace una reverencia larga, casi tocando el barro que estaba en la tumba. –Perdóname por preocuparte y perdóname por echarme la culpa de lo que pasó, debiste estar muy enojada conmigo.

Linda empezó a llorar, sentía mucho dolor verlo así, pero se alegraba de que al fin podría estar en paz, libre de culpa, la que nunca tuvo que tener.

—Muchas gracias por ser parte de mi vida, y muchas gracias por mandarme a Linda para ser parte de ella. Aunque no pueda estar en su corazón románticamente, ella sabrá que estaré siempre para ella. –Iori se levanta y Linda aún está arrodillada llorando. — Es una llorona como tú. –Dice Iori riendo. — Esto es un adiós Fuyuka, te quise con todo mi corazón, muchas gracias por amarme.

Linda se paró y hizo una reverencia.

—Muchas gracias por dejarme conocer a Iori-san, Fuyuka-san. Estaré con él apoyándolo. –Se quedó un buen rato así y luego volvió a su postura. Miró a Iori y éste le sonrió con ternura y luego le secó las lágrimas.

El viento suena fuerte y las hojas de otoño caen sobre el frío suelo.
Una flor blanca que estaba sobre la tumba de Fuyuka vuela alto y luego cae en el cabello de Iori.

—Supongo que también se está despidiendo. —Le habla Linda, sacándole la hoja de cabello a Iori, este la agarra y luego pone una mirada triste.

—Sí... –Seca sus lágrimas y deja que la flor vuele y tome su camino. – Me alegra que no se lo haya tomado mal. Vayamos a casa.

Iori y linda salieron del cementerio y luego lo frenó.

—¿Qué te parece si vamos por un batido? Hiciste un buen trabajo hoy Iori-san.

—Iori lo pensó un poco y luego asintió. –Sí, me gustaría, Linda.

Iori al fin habré su corazón y se quita las cadenas que lo impedían seguir. Pero ya no es parte del conflicto... ¿O sí?