Amanda

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Toda la mañana fue tranquila, Mía tuvo que levantarse muy temprano para ir a su casa, ya que su madre la necesitaba y como su casa estaba muy lejos, le preste mi auto, además no teníamos el numero de algún taxi.

Cuando Mía se fue me volví a dormir, ya que era demasiado temprano y cuando conseguí retomar el sueño mi padre decidió llamarme.

—Buenos días, cariño.

—¿Bueno?— contesto.

—¿Te acabas de despertar? — mi padre ríe atrás de la línea.

—Mejor dicho, me acabas de despertar.

—Bueno me alegro de que te levantarás, ya era hora, pero... ¿Cómo estás?

—Muy bien ¿y ustedes? ¿cómo va él bebe?

—Aún no quiere salir, pero vamos poco a poco.

Después de un rato hablando con mi padre y Chloe, intente dormir, pero ya era inútil, que se me había espantado el sueño, así que me puse una camiseta grande que me quedaba como vestido, un short, me limpie la cara y baje a desayunar.

Antes de bajar me prepare mentalmente por si tenía que hablar con Smer, pero al llegar a la cocina mi sorpresa fue otra, ya que solo se encontraba un señor de traje y Clarita.

—Así que... tu eres Aria.— habla el señor de traje.

—Si, y usted es....

—Soy Chris Argent, pero puedes decirme solo Chris y soy el esposo de tu madre.

—Un gusto.— añado y extiendo mi brazo.

—Pero ven y siéntate a desayunar, tu madre quería desayunar con nosotros, pero ha tenido que ir urgente al trabajo.

O mas bien trata de evitarme, pero yo hice lo mismo así que ya estamos a mano, eso creo.

—Esta bien, no hay problema.—intento sonreír.

Chris era un buen tipo, era algo serio pero agradable, en todo el desayuno estuvo preguntando cosas sobre mi y las cosa que me gustaba.

—Clarita!!

Entra Darién a la cocina con un solo short deportivo y ninguna remera puesta, las gotas de sudor caían por su rostro y cuerpo, el cabello despeinado y mojado, al vernos su cara cambio completamente, se había puesto tenso y serio.

—Buenos días, hijo. —Chris mira a Darién con una sonrisa cálida.

—Aquí estoy joven Darién, que necesitaba.— Clarita aparece con una escoba en la mano.

—Me puedes llevar el desayuno a la habitación por favor.— habla Darién con un tono serio.

—Claro en unos minutos se lo llevo.

Darién no dice nada solo desaparece de nuestras vistas, Chris solo siguió desayunando, ya no tenia una sonrisa cálida como en unos minutos antes, ahora tenia una seria y triste o más bien decepcionado. Al parecer no era la única con problemas familiares.

—Vi mal o Darién trae el cabello amarillo?

—Vio perfectamente, Darién trae el cabello amarillo.— rió.

—Es extraño, pero bueno me retiro que tengo que ir a trabajar... Aria, fue un gusto conocerte y espero retomar nuestra platica de la universidad en la cena.

—Claro.— sonrió mientras Chris se va.

Después de terminar de desayunar me dispuse a ir al cuarto a leer un rato, pero antes tomo la carta que encontré de M.A y la sacó del cajón para guardarla en la maleta con las demás cartas, en este momento no quiero seguir pensando en eso.

Completamente Desconocidos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora