Tres

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Llego el fin de semana y no tenia nada que hacer, no tenía planes y mucho menos vida social.
Elián me ignoro en todo lo que resto de semana en clases, Asher se mantuvo a mi lado y se sentaba conmigo en las clases, Asher ya tenía amigos se había incorporado bien al colegio y ya estaba en el equipo de fútbol americano.
Elian en cambio seguía lidiando con su soledad, lo vi una que otra vez con una chica pero no se si había algo más que una amistad lo que hice fue alejarme y ni siquiera leí la carta.

Era sábado y era casi la 1 de la tarde pero yo seguía acostada, los fines de semana eran de flojera no tenía por qué levantarme temprano así que me levante y me cepille los dientes, recogí mi cabello en una coleta alta y me dispuse a desayunar, mientras desayunaba mi celular comenzó a sonar

—¿Bueno?

—Heaven, ¿podrías venir a mi casa?— Ailén preguntó—podemos comer helado y galletas

—De acuerdo me baño y voy a tu casa.

Colgué el teléfono y me fui a bañar, me cambie rápidamente y salí de mi casa.
Camine a casa de Ailén, no quedaba muy lejos de mi casa solo tenía que caminar unas cuadras pasando el parque

Elián...

Era Elian, Elian estaba en el parque y estaba jugando con un niño pequeño, mi corazón se comprimió, preguntas abundaron mi cabeza.

¿Era su hijo? ¿Por que me importa o duele tanto?, no quería averiguarlo así que solo seguí mi camino

Llegue a casa de Ailén y decidí no contarle solo la escuche, Ailén estaba algo rara así que solo hablo.
—¿Heaven?—Pregunto Ailen un poco insegura

—¿Si?

—Yo se que tú no lo ves así o quizás no te percates de eso pero, Gael siempre está hablando de ti, o quiere estar cerca de ti, cuando intento acercarme sólo quiere hablar sobre ti y—

—Basta—La interrumpí—dile que te gusta, se honesta, Dios, podría estar enamorado de ti si tan solo le dices lo que sientes, a lado de tu yo soy tan invisible, basta de sentirte mal por algo así, comamos helado.

—Gracias Heaven.

Ailén era muy sensible la verdad nunca la había visto sentirse acomplejada por nadie, siempre estuvo segura de ella misma, quizás Gael no la merecía, ella es increíblemente bonita.

Vimos películas y comimos helado hasta sentir que explotaríamos, me sentía bien cuando salía con Ailén, era como una hermana, la conocía hace años y cada vez éramos más unidas, quizás era por que ninguna de las dos tenía más hermanos.

_____

Caminando a casa recordé a Elián jugando con ese pequeño niño, se veía tan lindo, no entiendo por qué me hace sentir así.

Iba contando los árboles desde casa de Ailén hasta mi casa (excepto los del parque), 86 árboles, 86 árboles y todos tan hermosos a su manera, así son las personas, las personas tienen peculiaridades que ellos no pueden ver pero si se vieran desde otros ojos se darían cuenta de su perfecta belleza.

—Llevo rato aquí afuera, creí que me estabas ignorando.—La voz de Asher me sorprendió

—Por que te ignoraría tarado—

—Quizás no quieres saber nada de mi— Asher me interrumpió, se veía algo raro

—Entremos a casa, mamá no está así que puedes hacer estar cómodo, ¿te sientes bien?— pregunté angustiada por que se veía raro

Asher se quedó callado un momento y de pronto hizo algo que no espere, me beso, Asher me beso, fueron muchas emociones juntas, pero todas las emociones  las olvide cuando recordé a Elián con ese pequeño niño. ¿Y si era su hijo? ¿Por  eso me ignoraba?, no, no podía ser... ¿O sí?

Elián...

—Lo siento, no quise hacerlo, no sé qué pasó Heaven, perdón—Asher tenía su respiración agitada, se veía tan sexi de esa manera

Sin pensarlo lo bese, correspondí a su beso, no me importaba nada en ese momento.
Asher, Asher me quería.
¿Y yo? ¿Yo lo quería a él?

Lo invité a entrar a casa, le ofrecí helado que era lo que más teníamos en nuestra nevera, le ofrecí de mis galletas favoritas, saqué un paquete de galletas con chispas de chocolate y comenzamos a comer y Asher me hizo reír con un par de historias de su pasado, me sentía en un noviazgo perfecto, Asher me hacía sentir bien.

—Querida Heaven es un poco tarde, ve y descansa, pasaré mañana por ti, saldremos un rato si es lo que apeteces—Asher lo dijo con una calma y un tono de cariño, me sentía feliz.

—Me parece maravilloso Asher.

—Perfecto, mañana 10 am pasare por ti.

Y así se despidió de mi y salió de mi casa con un poco de mis galletas en la boca, se veía tierno y sexi al mismo tiempo, como es posible que los chicos estén tan jodidamente  buenos.

Estaba apunto de dormir pero algo se escucho afuera, así que solo me fije por la ventana y mis ojos no creían lo que veían, veían a Elián, estaba afuera de mi casa... ¿Por cuánto tiempo había estado allí?
¿Me había visto con Asher?

Mi estomago se revolvió de pensarlo y sin pensarlo lo grite

—¡Elián!

Elián voltio en mi dirección pero ni se inmutó de mi presencia y el se fue, desapareció entre la oscuridad de la noche, se fue...

Heaven Donde viven las historias. Descúbrelo ahora