Asher

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Asher
Es tarde y seguramente Heaven ni siquiera querrá estar conmigo, es fin de semana seguramente quiere estar alejada de mi después de estar toda la semana junto a ella, ¿ella me correspondería?

Estúpido Asher, la asfixiarás de tanto estar con ella, como planeas gustarle  si ni siquiera intentas invitarla a salir.

Es todo, iré a su casa.

Heaven...

De camino a casa de Heaven vi a Elián, Elián estaba caminando por casa de Heaven, ¿Planea hablar con ella?
Era algo que debía evitar así que solo baje de mi auto y me senté a un lado de la puerta de Heaven, toque pero parecía que no había nadie ahí dentro, necesitaba hablar con Heaven...

Vi una sombra a lo lejos, era ella, era Heaven, me apresuré a levantarme y hablar con ella, ella todavía no me veía así que rompí el silencio

—Llevo rato aquí afuera, creí que me estabas ignorando.— Le hablé fingiendo estar dolido.

—Por que te ignoraría tarado—

—Quizás no quieres saber nada de mi—La interrumpí

—Entremos a casa, mamá no está así que puedes hacer estar cómodo, ¿te sientes bien?— dijo con una voz suave que la caracterizaba a ella, a mi dulce Heaven.

Ella no en reconocía y me dolía tanto, su mamá sabía quien era yo pero no podía solo decírselo, mi dulce Heaven no lo vería bien, la extrañaba tanto, la extrañaba físicamente, atesoraba besarla nuevamente y sin pensarlo simplemente lo hice, la bese y luego la aleje

—Lo siento, no quise hacerlo, no sé qué pasó Heaven, perdón— respondí y mi respiración estaba agitada, la extrañaba tanto, mi cuerpo lo hacía, la atesoraba.

Pero pasó algo que no esperaba, ella correspondió a mi beso, fue tan maravilloso, sus besos eran como los recordaba, su shampoo con olor a frutas y flores, sus labios sabor a fresa, era mi Heaven.

Entramos a su casa y me ofreció de su helado y galletas, como es que esa niña coma tantas cosas sin engordar ni un poco, comía más que cualquier chica que conociera y hizo pucheros cuando me devoraba sus galletas favoritas, lo sabía por que ella me lo había dicho en el pasado, un pasado que ella no recordaba.

Le conté historias de cosas que me pasaron en mi antigua casa y ella no paraba de reír, se veía perfecta.

Pero era tarde y necesitaba que ella durmiera para poder salir mañana con ella temprano, necesita llevarla a lugares que habíamos visitado para ver si ella podría recordar algo, anhelaba que lo hiciera, que me recordara.

—Querida Heaven es un poco tarde, ve y descansa, pasaré mañana por ti, saldremos un rato si es lo que apeteces—Le dije intentando ocultar mi entusiasmo.

—Me parece maravilloso Asher.— respondió Heaven con su dulce voz

—Perfecto, mañana 10 am pasare por ti.

Sin decir más me salí de su casa y me fui para poder planear todo.

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