O3.

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Como cualquier domingo, TaeHyung y JungKook yacen uno sobre el otro en una cama que comparten desde hace mucho tiempo, con dulces besos en cada uno de sus costados en el rostro, sus belfos, el borde de sus mejillas.

Es extenso, tan cotidiano.

JungKook acaricia con fervor los sedosos cabellos del alfa, mientras observa sus orbes con admiración antes de pronunciar conmovido:

—Feliz aniversario, mi amor.

TaeHyung sonríe con timidez antes de inclinarse a besar los labios de JungKook con suavidad, mientras la timidez carcome su corazón y ser, invitándolo a esconder su rostro en el cuello del omega mientras un rubor se extiende sobre sus mofletes.

Feliz aniversario.

El omega suelta una risa llena de ternura, mientas sostiene la nuca de TaeHyung para que mantenga confianza en su adorable escondite, mientras los brazos del mayor lo envuelven con fuerza por la cintura.

—Hemos estado casi cinco años juntos, ¿no suena casi irreal? —pregunta JungKook con suavidad y dulzura en sus palabras, mientras sus párpados se cierran despacio—. Dos años de casados, por cierto.

TaeHyung tararea para hacerle entender que le escucha, muy ocupado respirando el confortable aroma del otro en su cuello, calentito y feliz.

Muchos recuerdos vienen a la cabeza de JungKook en ese momento, mientras hunde sus dedos en las hebras del alfa, acariciando su cuero cabelludo y hacerlo aferrar a su cuerpo cada vez más; es un momento tranquilo, donde ambos disfrutan estar así.

Entonces, los días de universidad e inocentes besos se plasman en las memorias del omega, haciéndolo sonreír.

—¿Recuerdas cuando... —JungKook susurra con tanto cariño, una sonrisa ancha dibujándose en sus labios— te atrapé dejando una de muchas notas en mi taquilla de la facultad?—al terminar de preguntar, TaeHyung gruñe con vergüenza, robándole una carcajada al menor—. El día era hermoso. Recuerdo que había llovido y tú tenías tu bufanda roja alrededor de tu nariz. Te miraban adorable —el omega continúa, rodeando la cintura de TaeHyung con una de sus piernas—. En cuanto te miré, te sonrojaste y saliste corriendo de ahí —suelta una risita, sintiendo cómo el otro se aferra a su cuerpo, su boca plantando una mordida en el cuello de JungKook de forma juguetona.

—No tienes porqué avergonzarme de esa forma, JungKookie.

Sin embargo, después de una sesión de besos, abrazos y mejillas sonrosadas, ambos deciden ir a la cocina para merendar un poco antes de iniciar su día especial.

—¿Puedo saber qué será mi regalo? —JungKook murmura con su mejilla sobre el hombro de TaeHyung, ambos están en el sofá viendo televisión—. Mi amor —y le llama, tan suave qué el alfa le observa ya con una sonrisa, con los ojos atentos y las cejas arriba.

—Es sorpresa, no se vale decir-

—Sólo dame una pista, hyung, anda —el omega le ofrece un puchero como protesta para conseguir que el otro se ablande y le conceda su pedido.

—Es un lugar al que te gusta ir —el alfa dice sonriendo, dejando caer suavemente su cabeza en la ajena, prestando atención a la pantalla del televisor.

JungKook no dice más, sólo murmura y se pone a cuestionar cuál de todos los lugares que le gusta ir es.

¿Quizás aquel restaurante de pollo frito?

—¿Y...yo puedo saber sobre mi regalo? —TaeHyung pregunta tímido, casi en un susurro, mirando atento al omega cuando éste se aleja para mirarlo con una expresión llena de ternura.

love somebody   ›   taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora