Miradas (Camila Cabello Y Tu) Pausada

Capitulo 5

Consumida sobre lo que acaba de pasar trato de entender donde empezó todo esto. Camila no fue a clases aun así la he dejado en la puerta, ¿se habrá enojado por algo que hice o dije? Se encontraba perfectamente bien esta mañana, no entiendo qué le sucedió. Tomo mi celular de nuevo y decido llamarla pero en el primer tono ya me mandaba al buzón, así que su celular se encontraba apagado, igual,  ella no era mi problema.

Sin más me dispongo a ir al sitio acordado, y miro mis mensajes para coordinar con Delfina, pero no tenia un solo mensaje después del de esta mañana, le mando otro mensaje pero nada, el mismo resultado. Me quede esperándola por unos cuantos minutos pero ya rondando la hora, enojada encendí el auto y me fui, pensando en como fui tan estúpida por caer con una cara bonita, después de todo ella parecía todo lo contrario.

Llegue al departamento pero cuando aproxime la llave en la cerradura me di cuenta que la puerta estaba abierta, entre con una notoria preocupación sin importarme nada, solo me importaba una cosa.

— Camila?! — el ruido de la ducha se escuchaba en el baño, y sin pensarlo mucho entré de golpe — Lo siento! — Camila se encontraba de pie refregándose la esponja por todo el cuerpo, tanta fue la vergüenza que había quedado paralizada viéndola

— Quieres unirte? — retome la compostura rápidamente

— Disculpa? — digo sin poder creer lo que acababa de escuchar

— Digo, porque te me has quedado mirando — me sonríe, cierra el grifo y sale completamente desnuda sin importarle que estaba allí, agarra una toalla que estaba colgada y se envuelve tomándose su tiempo. podría creer que hasta me estaba provocando, pues bien que lo hacía no dejaba de mirarla desde que entre sin permiso al baño

— No, solo que.. Mm solo que..que encontré.. puerta..abierta y asuste —  Digo sin poder formar una oración bien, pasa a un lado mío apoyando su trasero en mi brazo saliendo por la puerta, Si será..

— Oh disculpa, tenía prisa y no me di cuenta, lo recordaré en la próxima — sin darme cuenta la seguí hasta su habitación. Una parte de mi no quería perderse ningún movimiento de ese esbelto cuerpo. Deja caer la toalla en una rápida acción al piso y abre el armario, viendo que ponerse, luego de unos segundos que no desaproveche contemplándola giró hacia mí — Crees que este me queda bien? — Ella había sacado un vestido negro sosteniéndolo contra ella para observar como le quedaba desde el espejo

— ¿Por qué no fuiste a clases? — suelto, sabía que si seguía así me iba a olvidar del tema que quería hablarle. Aún no descartaba que se encontraba desnuda. mis sentidos estaban alertas y no iba a aguantar mucho más.

— No tenía ganas — se encoge de hombros, y sigue mirando otros vestidos, moviendo sus caderas provocativamente, mis ojos no tardaron en descender hacia tan apetitoso trasero, mierda que redondo que lo tenía. Sentía la extraña posesión de querer tomarlo y propinarle unas buenas cachetadas hasta que quedasen rojos y calientes al tacto con mi mano.

Se da la vuelta y dejó un vestido sobre la cama

— ¿Sales a algún lado? — comenzaba a picarme las palmas de la mano, y juraba que mis ojos se encontraban totalmente dilatados, ella no me miraba a mi pero estaba segura que sabía como  hallaba, permanecía quieta pero no por mucho, hombre, que seré mujer pero ahora mismo me siento una laguna allí abajo

— Si — me contesta sin verme

— ¿Sola? — digo, y sin querer el pensamiento de que salga con alguien me llena de celos, pero logro controlarlo

— ¿Acaso eso importa? — me observa detenidamente antes de acercarse lentamente ahora con su encaje puesto, rodea sus brazos en mi cuello y tira de mi de manera brusca para quedar a solo unos centímetros de distancia — ¿Estas celosa ______? — sus dedos dibujaban patrones invisibles en mi nuca relajando inmediatamente mis músculos y pensamientos, inconscientemente suspire de placer