Capítulo 7

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Abro la puerta del departamento dejando mi abrigo en un costado junto a las llaves colgadas, camila pasa a un lado cerrando la puerta para pararse detrás mio, me toma de la cintura baja girandome sobre sí para tenerla de espaldas llevándome con besos en el cuello y hombro descubiertos debido a mi blusa suelta, nos topamos  con el sillón donde me empuja bruscamente cayendo boca abajo sin tiempo siquiera a respirar, me agarra de los tobillos y me gira como si de papel fuera y yo emito un gemido de sorpresa y placer, tiene más fuerza de lo que aparenta pero no me iba a dejar tan fácil, yo también podía jugar este juego.

Con mis piernas la incito a subirse sobre mi, trataba de ser lo mas seductiva posible, cuando se coloca ambas piernas a los costados de mi cadera la miro, se muerde el labio y lo succiona lentamente puedo ver claramente como quiere besarme, y es ahí cuando aprovecho a sentarme aun con ella encima acercando mis labios peligrosamente a ella pero me levanto en un movimiento rápido dandola vuelta otorgandole mi anterior lugar, me coloco sobre ella aferrando mis piernas alrededor suyo, podía sentir el calor que emanaba no solo su centro si no nuestros cuerpos juntos, como si estuviesen hechos para estar unidos. La castaña gime y intenta revertir los lugares, no dejándose dominar, me inclino rozando nuestros pechos, emito un gruñido aun sintiendo la ropa y no su piel

— Quitala — ordeno. Ella intenta desistir aun peleando por el dominio, sus manos tratan de buscar un punto débil donde pueda levantarse y volver al campo de juego, evitándola la sujeto firmemente de sus muñecas guiándolas a la cabecera — Como quieras — mis ojos vagan por la habitación buscando algo útil pero al no encontrar nada decido hacer lo siguiente. Con una mano sostengo sus muñecas y con la otra desabrocho mi cinturón. En todo el trayecto miraba sus ojos y de ellos podía ver como se moría por ser dominada, podía ver cuanto deseaba esto tanto como yo, pero nunca lo diría en voz alta  y eso es lo que quería que hiciera, voy a hacerla rogar hasta que no pueda aguantar mas el tortuoso dolor combinado con placer que le quiero hacer experimentar. Con un fuerte tirón logro sacarlo de una 

— No te atrevas — medio grita — no puedes hacerlo — dice curvando su espalda en un perfecto arco aguantando un gemido que amenazaba salir de sus gruesos labios 

— Claro que puedo, aparte lo que tu necesitas es alguien que te dome, a ti y a tu bestia interior— elevo mas sus brazos y los amarro contra una de las maderas de las puntas de la cama . Bajo lentamente sobre su cuerpo y tomo sus piernas acomodándola quedando en diagonal en la cama, salgo de ella parándome para observarla un segundo. Admirándola cuyo trofeo fuera, Camila, atada y sudada del forcejeo en tu lugar de descanso. A pesar de su gesto de enojo y frustración, podía ver en sus lascivos ojos como su cuerpo acompañaba con pequeños espasmos. trepe sobre ella nuevamente y subí su camisa hasta sus codos donde antes de tapar sus ojos me acerque a su oído — Déjame domar tu bestia — procedí a taparlos.

Quite su pantalón dejándola en ropa interior decidí a jugar un poco con ella besando desde su cuello hasta el valle de sus senos donde dejaba un camino de saliva, seguí bajando hasta el tejido de sus bragas y se podía observar una mancha gruesa de humedad. Con ambas manos sujeto sus muslos y los abro lo mas que puedo, paso mis brazos debajo de sus piernas y la acerco a mi, a mi boca. Inhalo fuertemente queriendo adueñarme de su olor queriendo que no se vaya de mi nunca con dos dedos corro a un lado sus bragas dejándome ver su centro brilloso y pegajoso de sus jugos, con mi nariz toco la punta de su botón haciéndola arquear y gemir de necesidad, en su rostro podía ver cuanto me necesitaba y una parte de mi quería seguir jugando con ella pero podía hacer cualquier otro día, ahora ella necesitaba de mi.

Con un cambio brusco de planes baje sus bragas y volví a abrir sus piernas, acerque mi rostro y respire sobre ella fuerte, Camila volvía a gemir y aunque me estaría muriendo por que me suplique yo también estaba sufriendo, así que saque la punta de mi lengua probandola por primera vez. Dulce y agria es lo que sabia al principio y al llegar a mi garganta se hacia un poco picoso. Metí mi lengua profundamente dentro de ella queriendo beber todo lo que me ofrecía, gustosa de su sabor y necesitada

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2020 ⏰

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