Capítulo 4: Los gustos de mi chico

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-Me gusta el BDSM.
-¿Que?
-El dondage, algo de masoquismo y sin duda, los golpes amorosos.
-¿Pero que es todo eso?
-El bondage, es... que me encantaría atarte teniendo sexo, utilizar una venda para los ojos y etc.
-...
-El masoquismo, bueno, un poco de dolor nunca está mal, pero sin duda lo que me encanta de este, es el rol.
-¿El rol?
-Si, en el que uno asume el control del otro.

En ese momento mi cerebro se volvió a colapsar.

El, masoquista, no me lo podía creer.
Que el disfrutase con el sufrimiento ajeno me parecía una locura.

Me parecía que estaba mal, que era una tontería sin pies ni cabeza.
Pero el me gustaba así que le di una oportunidad.

A día de hoy no me arepirento de abersela dado, yo no sabía en ese momento lo que me estaba perdiendo.

El problema era que yo lo había echo solo con un chica, y de pronto con un chico y encima masoquista pues...
Era algo un poco difícil de asimilar.

Me quedé unos segundos en silecio porque mi cerebro no daba para más.

-Sabía que no te lo tendría que haber dicho ahora, mira, ya hablaremos de esto más ade-lo interrumpi, el solía hacerlo también.
-¿Como lo supiste? ¿Como supiste que eras sadomasoquista?
-Fuí el dominante de Rubén, un chico que conocí en carate. El me metió en este mundillo.
-¿Como que dominante?
-Ay, alma inocente. Dominante es el que "da" o el que es "matrata" por décimo de alguna manera, cuando tienen sexo.

Digamos que en ese momento más que asco y rechazo me produjo curiosidad.

-¿Y que tipo de cosas hace un masoquista?
-Pareces interesado en el tema.
-Se puede decir que te amo y si no son cosas muy orribles te las puedo hacer.
-Dos cosas, la primera es que yo también te amo y la segunda, yo no soy el sumiso, soy el dominante. Yo hago que te guste más. ¿Estarías dispuesto a ser mi sumiso por el amor que me tienes?
-Dime más o menos que es lo que tendría que soportar.
- Que te espose, que te haga gemir de dolor y placer... Cosas así.

Yo me sonroje mucho. No me esperaba esas palabras de Marcos, esa forma de hablar...

-No se si este listo para todo eso Marcos.
-Claro que no, tenemos que ir poco a poco, no quería asustarte. Iremos despacito. Vamos tenemos que cenar, ¿que te apetece que pidamos?
-No vamos a pedir comida Marcos, yo voy a cocinar.
-¿Y que hará el chef?
-Tortilla de patata con filetes de lomo.
-Me gusta la idea. Mientras tu cocinas yo me doy una ducha ¿vale? Sabes donde esta todo ¿no?
-Si está es ya como mi casa. Vete a la ducha.

Sin decir más se fue a la ducha.
Ya hacía 20 minutos que se había ido, ya tenía lista la tortilla de patata pero me faltaban los filetes de lomo.

Ya había puesto uno en la sartén cuando de pronto sentí unas manos que rodeaban mi cintura y acto seguido unos labios que me daban besos en el cuello mientras yo coninaba.

-Marcos, para, que se me va a quemar.

Me dio la vuelta y me puso contra la encimer mientas me besaba en la boca, me ayudó a subirme encima de la encimera en donde seguiría besándome. De pronto sus manos volvieron a colarse por debajo de mi camiseta.
-(dije entre muchos besos)Marcos, para Marcos,para (Solo lo decía de broma pero de repente olí un olor familiar) ¡¡¡Marcos para para!!!

Mi mejor "amigo" y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora