Capítulo 7: La "casita" del campo

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Llegamos a la casa, más bien, mansión.

Es gigante, enorme.
Decorada super rústica y de tres pisos.

Me sentí como si estuviésemos en un hotel. El me mostró el camino hacia la habitación de invitados.

En algún momento cuando yo me estaba vistiendo, el recogió una maleta con ropa suya y mi mochila de acampada en donde tenía mucha de mi ropa.

-Podemos pasar aquí los 3 días si quieres. Aunque mañana tengo un plan de un lugar al que ir. Pero podemos pasar aquí los 3 días.
-Marcos, me encanta esta casa. Claro que quiero pasar aquí los 3 días.
-Tranquilo, a César, no le importa que tengamos sexo aquí. Mientras sea en la cama de imvitados y no en la suya. Le da igual a el tío.

Yo no había pensado en eso pero era cierto. Si que quería tener relaciones con el. En mi cabeza pensé: mañana podemos hacerlo.

Pero todavía yo no sabía lo más importante, lo que pasarian después de bañarnos en el lago...

Nos estábamos bañando cuando Marcos se acercó por detrás de mi dándome besos en el cuello.

Estábamos totalmente desnudos o en pelota picada, como más te guste. Sin poder resistime a sus encantos me deje llevar.

De pronto sentí su mano en mi... ya sabes que. Y me susurró al oído:

-Te quiero hacer mío. ¿Que te parece si tenemos sexo como dos hombres normales y después empezamos poco a poco con el masoquismo? Para que sepas como es y que sepas si te gusta.

El sabía como tocarme para que no pudiese decir un no.

-Vale.

Sin decir más me tomó entre sus brazos y nos fuimos a la habitación.
A unos metros estaba la carretera pero no se veía por los árboles, y por los arededores no habían casas, así que nadie nos podía ver.

Estábamos rodeados de silencio y tranquilidad. Me estaba besando el torso cuando me di cuenta de que todavía yo no estaba listo así que busqué una excusa.

-Marcos.
-*beso*Dime*beso*
-¿Cuando vamos a cenar?
-¿Enserio..?Ya me has cortado el rollo.
-Es que tengo mucha hambre.
-Pues vayamos a cenar. Vístete mientras yo preparo las cosas.

Me puse los calzoncillos y una camiseta que le venía grande a Marcos, el es un poco más alto que yo, unos 6 o 7 dados, así que la camieseta me quedaba como un vestido muy corto.

Tengo que decir que ese verano fué orrible, no solo por todo lo que sucedió, si no por que el calor que hacía era terrible.

El se vistió con el pijama y me dijo que no bajase hasta dentro de media hora, así que me puse a ver la tele. Vino y nos fuimos abajo a cenar.

Mi mejor "amigo" y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora