Mi mejor "amigo" y yo.

Capítulo 8: Mi primera vez...(+18)

La cena cubría la mesa de el conedor por completo, y eso que la mesa era enorme. Era literalmente un banquete en toda regla.

-¿Que tal me ha quedado la sorpresa?
-Todo tiene una pinta genial, tendrá que estar muy bueno.
-Esto no sería capaz si no fuese gracias a Oliver, el chef que lo ha preparado todo con un poco de mi ayuda.
-Me encanta el detalle. Soy muy feliz contigo.

Le besé y cruze mis manos por detrás de su cuello, el entrelazo sus brazos sujetandome por la cintura.
Nos miramos mutuamente.

-Adrián, no quiero obligarte a nada. Por eso me gustaría que cuando estés listo me avises.
-Quiero hacerlo contigo, de echo.
Lo vamos a hacer después de cenar.

Ya me había mentalizado de ello y decidí no tener más miedo.
Cenamos y cuando yo me levanté, Marcos me tomó en brazos como en una noche de bodas.

-No pienso dejar que mi princesa rubia malgaste energías caminando.
-No soy una princesa.
-Si, lo que tu digas princesa.

Me tiró en la cama y se puso encima mío.
-¿Me dolerá?
-Al principio un poco pero después no sentirás más que placer. ¿Estas completamente seguro de que quieres hacerlo?
-Si.
-Después no habrá vuelta atrás.
-Tranquilo Marcos, siempre y cuando sea contigo, estoy seguro.

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Se desbistio hasta quedarse en boxers y empezó a desvestirme a mi.
Cuando estaba completamente desnudo empezó a besarme y me volteó sin previo aviso.

Introdujo 2 dedos en mi... que vergüenza. La verdad es que me dolía, pero como lo hacía con cuidado, dejó de comerme para empezar a gustarme.

-Esto que hago es para que te duela lo menos posible después. Ahora ponte a cuatro patas en la cama.

Segundos después de que me puse a cuatro sentí algo grande dentro de mi, algo muy grande.

Creo que me sentía así por que nunca había entrado nada por ahí.

Empezó lentamente, cuando empezó a notar que ya no me dolía y empezaba a gustarme, poco a poco prosiguió a embestirme fuertemente contra la cama y yo solté algunos gemidos, primero de dolor y luego de placer.

Cuando terminamos nos quedamos dormidos. Fue uno de los mejores días de mi vida, todo lo que había pasado fue maravilloso.