𝟘𝟚

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Cuando eres un mounstro como yo debes aprender a guardar secretos, nadie es apto de saberlos y te aseguro que una que otra cosa no está al alcance de tus manos. A veces eres una mente maestra y a veces no...

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New York, EUA

13 de Noviembre de 2020, 3:47am

Jean fumaba un cigarro en las afueras de aquella casa, su trabajo había terminado allí, pronto amanecería y tenía que irse, volvió a subir con el cadáver y le tomo unas cuantas fotos; Jean retiró unos anillos de sus dedos y se puso unos gustes. Se acercó al cuerpo y lo empezó a limpiar cuando escucho un sonido que le molestaba bastante, era alguna patrulla acercándose hasta donde estaba el. -¡Mierda!- Se quitó los guantes, colocó sus zapatos como pudo y se llevó con el su abrigo, corrió hasta una ventana y salió por esta. Empezó a correr sin rumbo, la patrulla cada vez se escuchaba más cerca.

Fue ahí donde una adrenalina resurgió en el. Las sensaciones y emociones que tenía al escapar no se comparaba con nada.

Para el eso era lo más valioso en la vida. Su ropa tenía sangre y no se había percatado de eso.

Siguió corriendo hasta llegar a su auto que había dejado unas cuadras lejos de la casa y se subió a este quedandoce por un momento allí y minutos más tarde empezó a conducir a su casa.

Cuando llegó se quedó estacionado en la entrada esperando que nadie lo allá seguido, se aseguró de eso, bajó de el coche y entró como si nada a su casa.

—Jean? Eres tu?— Una voz se escuchó lejos. -¿Ya llegaste?

Jean había olvidado algo importante, La ropa ensangrentada

—¿Estas bien? Aguarda, ahorita salgo— Leo empezó a vestirse rápidamente en el baño para salir a ver a su novio.

Jean dejo sus cosas sobre un mueble y empezó a calmar su respiración.

—¿Te paso algo?

—No...—  Jean empezó a reír como normalmente lo hacía cada vez que mataba a alguien, esa risa que en pocas partes parecía demoníaca.

—¿Seguro? Espérate, ya salgo.

—Jajajaja si— Seguía riendo y aún no se había percatado de su ropa.

Bajó la mirada a sus manos y vió sangre en la manga de su ropa, abrió sus ojos como platos y empezó a desabrocharse la camisa y quitarse el pantalón al igual que lo zapatos desesperadamente. Jean Solo escuchó como la regadera se cerró y la cortina de baño se abrió.

—¡No te muevas! Ya voy a salir Jean.

El mayor se iba a quitar el pantalón cuando escuchó una sirena fuera de su casa, se agachó y después recordó algo más. -¡Los anillos! ¡Mierda!

—¿Paso algo?— La puerta del baño se abrió y Leo salió secándose el cabello.

Jean estaba en el piso pensando que iba a hacer, su mente estaba desesperada al igual que el.

—¿Por qué hay patrullas abajo?— Pregunto tranquilo Leo y de acercó a Jean.

—Mierda, mierda mierda...— Era lo único que repetía.

—¿Jean? ¡¿Que pasó?!— Leo se acercó a el y lo tomo de las muñecas buscando alguna herida. Al ver tanta sangre en la ropa de su novio se alteró y le dieron ganas de vomitar. —J-jean, ¡¿que ocurre?!

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2020 ⏰

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