Capítulo 11: 3:35 AM

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Mitsuki se despertó, con menos calor que antes, sus ojos se abrieron lentamente hasta incorporarse por completo. Miró a su alrededor, todo estaba muy ordenado y limpio, por alguna razón, la habitación estaba un poco iluminada, pero no demasiado, a luz que llegaba era porque estaba encendida la luz de la cocina.

Miró la hora, tres con treinta y cinco de la mañana.

Iba a levantarse, pero sintió algo en su muñeca, miró hacia su lado izquierdo y allí estaba lo que realmente no esperaba ver, una ____ dormida, con un poco de ojeras, con el cabello un poco húmedo y las manos frías tomando la suya.

Le picó la cara con el dedo índice de la mano derecha, era demasiado bueno para ser real ¿no? Una toalla húmeda se calló de su frente y cayó en el brazo de la chica, haciendo que abriera los ojos lentamente, el chico se hizo el dormido, sin saber qué hacer.

-Rayos, si que te mueves cuando duermes. – dijo la chica para sí misma, se restregó los ojos y tomó la toalla, la remojó, la estrujó y la puso en su frente, haciendo su cabelló hacia atrás. Mitsuki tenía el ojo derecho un poco abierto, cosa que ella no notaba seguramente por la somnolencia, eran más de las tres de la mañana. La chica acarició la cabeza del chico, provocándole un poco de nerviosismo. – Por qué te quedaste en la lluvia, tonto. – dijo ella sonriendo tiernamente y se acercó, le besó el cabello. - ¿Sabes que es jodidamente tierno? Te lo he dicho casi siete veces esta noche, tonto. – dijo ella acariciándolo nuevamente.

Mitsuki no podía aguantar más los nervios que estaba teniendo, si no actuaba rápido, lo descubriría. Así que abrió los ojos lentamente y ____ lo miró de cerca sorprendida, él le sonrió.

-Pensé que no vendrías. – dijo el chico enternecido, por todo lo que había escuchado antes, la chica lo golpeó en el brazo, él la miró sorprendida. - ¿Qué?

-¿Por qué me esperaste? – dijo ella mirándolo mal él se sorprendió, pesó que no se lo diría si estaba despierto. – Ni siquiera me quedé en la casa de Shikadai, estuve en mi casa todo el día porque hacía demasiado frío, pero tu estabas afuera esperándome.

-Pero... - La chica saltó a abrazarlo, el chico se sorprendió y dudó un poco antes de devolverle el abrazo. Estaban recostados, el chico le acarició el cabello con una sonrisa. - ¿Sabes? Estaba muy celoso.

-¿Celoso?

-Ya te dije que me gustabas mucho, me dolió pensar que te quedarías con Shikadai. – dijo el chico haciendo sonreír a la chica unos segundos. – Hace poco descubrí lo que son los celos, porque cuando reías con Inojin, quería que rieras conmigo, quería hacerte reír. Cuando te fuiste a casa de Shikadai, dije "rayos ¿por qué no se queda aquí?". – La chica se quedó en silencio unos segundos. – Y boruto dijo que si fueras mi novia, esas inseguridades desaparecerían, pero tu no quieres.

-Dale tiempo. – dijo la chica separando el abrazo lentamente y lo quedó viendo. – Aún hay mucho que no sabes de mi.

-Pero... - la chica lo miró a los ojos y él soltó un suspiro. – Bueno, realmente estoy muy conforme sólo porque estás conmigo ahora, a demás tengo toda una vida para pedirte que seas mi novia un millón de veces, y para saber un millón de cosas que no sé sobre ti. Como el por qué no estabas en casa ese día, cuando nos conocimos. – Ella bajó la cabeza, él le dio un beso en la frente y le sonrió. – Está bien, démosle tiempo.

-Gracias. – dijo ella levantándose y lleno a la cocina, pronto, le trajo una bandeja con sopa de miso. – Pensé que no habías cenado, así que hice esto, pero no despertabas nunca.

-Pero ahora si lo estoy. – dijo él comenzando a comer la sopa. La chica se sentó a los pies de la cama, el chico la miró unos segundos. - ¿Quieres sentarte aquí conmigo? Hace frío. – La chica lo miró unos segundos. – Estabas aquí hace un segundo, ven, tu me salvaste de la fiebre, no quiero que te enfermes.

-Si mamá se entera de esto me matará. – dijo ella recostándose junto a su amigo mientras él tomba sopa, se acurrucó en las sábanas, y sin darse cuenta, se durmió de inmediato, estaba muy cansada, Mitsuki se terminó la sopa y la miró enternecido. Se levantó de la cama y , antes de irse al sofá, besó la frente de ____. Se sirvió un poco más de sopa. La puerta se abrió y el chico soltó un suspiro.

-Tienes doce años y ya tienes una chica en tu cama. – dijo Suigetsu a sus espaldas. – Estoy orgulloso.

-Ella se quedó porque tenía fiebre y me cuidó. – dijo el chico con una sonrisa mirándolo, Karin se enterneció junto a él. – No puedo dormir a su lado, sé que la incomodaría al despertar.

-Amo a este chico. – dijo Karinmirando mal a Suigetsu. – Es mucho mas sensible que tu, idiota.

-Por favor, no quiero ser irrespetuoso, pero ¿pueden irse? – el chico miró a ____ durmiendo en su habitación, soltó una pequeña sonrisa. – Ella me cuidó mucho, quiero que al menos duerma bien lo que queda de noche.

-Está bien, sólo vinimos porque Orochimaru dijo que sentía que no te sentías bien. – dijo Suigetsu con una sonrisa y luego salió junto a Karin. – Duerme bien.

-Cuídate. – dijo Karin y le habló antes de cerrar la puerta. – Al menos prepárale un rico desayuno.

-Adiós. – dijo el chico, pronto después calló profundamente dormido. Despertó porque tocaron la puerta del departamento, se levantó del sofá y se sorprendió al ver a una mujer un poco mayor frente a su puerta. – Hola.

-¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? – dijo la señora sonriéndole, el chico asintió con la cabeza un poco nerviosa. - ____ anoche estaba muy preocupada, así que la dejé quedarse a dormir.

-¿Usted es su madre? – la mujer asintió y Mitsuki hizo una reverencia antes de dejarla entrar. – Lamento el desorden, _____ se durmió en la cama, así que vine al sofá. Ella aún duerme.

-Déjala dormir, me agrada que estés para ella, muchas veces ha dormido en la estación de trenes. – dijo la mujer mirándola preocupado, sacudió la cabeza y volvió a mirar al chico con una sonrisa, le entregó una bolsa. – Anoche no había mucha mercadería cuando vine a dejar la medicina, así que les traje algo para desayunar.

-Pero es demasiado... - dijo el chico y volvió a hacer una reverencia. – Se lo agradezco mucho.

-Oh, basta de cortesía. – dijo la mujer sonriendo y le sonrió mientras se dirigía a la salida. – Es lo menos que puedo hacer por el novio de mi niña. – Mitsuki se sonrojó inmediatamente al escuchar eso ¿ella le había dicho que eran novios? De seguro no, quizás habían sacado conclusiones apresuradas. – Oí que te va bien en la escuela, sigue así ¡Da lo mejor!

-Gra... gracias. – dijo el chico sonrojado y feliz, era primera vez que le decían algo como eso, se sintió muy acogido. La mujer salió de la casa y él comenzó a ordenar la mercadería. Miró los ingredientes y recordó una receta que le había enseñado ___, que, según ella, se hacía para desayunar. Mitsuki preparó tamagoyaki, lo puso en una bandeja junto a un poco de jugo y se la llevó. - ____.

-Mmmh... - dijo ella somnolienta, se sentó en la cama, el chico puso el desayuno sobre ella y se sentó frete a la bandeja. - ¿Tamagoyaki?

-Tu madre trajo un montón de cosas. – dijo él y ella y negó con la cabeza divertida. – Lo menos que podía hacer era darte un desayuno decente ¿no crees?

Déjate Amar •MITSUKI•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora