2. Sorpresa en mi árbol.

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Después de que los días transcurrieran normalmente en mi nueva ciudad y me adaptara cada día más en ella, sentía esa nueva vida que había deseado tener, podría decir que hasta estaba muy feliz, todo iba genial en la preparatoria y cada día en ella pasaba momentos increíbles con mis amigos.

Recién habían pasados algunos días de que había llegado a la ciudad de Ruris, me decidí a explorar parte de la ciudad, fui a los centros comerciales que estaban mas cercanos, a la biblioteca, la cual estaba enorme y me la pasaba el mayor tiempo por ahí, para ser exacta iba todas las tardes, ya que me encantaba hacer mis investigaciones ahí y mayormente porque amaba leer, lo mejor era que quedaba a tan solo unos minutos de la preparatoria.
Hasta ese tiempo mi lugar favorito era esa biblioteca enorme, la cual siempre al llegar me entraba ese olor a libros recién comprados, ese total silencio que tanto me gustaba, que incluso ya hasta la bibliotecaria me conocía.
Hasta que cambié de lugar favorito.

—Buenos díaaas hija, aquí tienes tu desayuno—dijo mi madre con una sonrisa y una dulce voz, llevándome el desayuno a la cama, era obvio que amaneció de buen humor, ya que casi nunca hace eso.

—Buenos días madre—dije devolviendo le una sonrisa. Salió de la habitación y yo me dediqué a desayunar. Amaba cuando mamá se comportaba tan atenta conmigo pero también me intrigaba su gran felicidad, hace mucho que no la veía así y sabía que algo ocurría y lo iba a averiguar.

Era un Sábado por la mañana, así que no había mucho que hacer, solo tarea y deberes, y para ser sincera yo no tenía ganas de hacerlos tan temprano, así que me decidí a salir por ahí y explorar un poco, pero antes realicé mi rutina de higiene personal y me duché claro. Como era verano decidí ponerme un vestido floreado, algo colorido pero bonito. Después de terminar de arreglarme salí de mi casa decidida a explorar, era un día soleado pero eso no impidió mis ganas de salir a pasear. Después de caminar por algunos minutos sin saber a donde iba me encontré con un parque, estaba muy grande, había muchos árboles, mucho pasto, muchas flores, todo estaba muy verde, mucha vegetación había en ese lugar, había hasta pajaritos en los árboles, al ver aquel lugar me encantó ya que yo amaba la naturaleza y ese parque tenía todo lo que me gustaba, era muy encantador todo.
Después de observar y tanto caminar por aquel parque, llegué a donde estaba un árbol, un gran árbol que al parecer era el más grande del lugar y se encontraba justo en el centro del parque.
Llegué hasta donde estaba ese gran árbol, me senté y me recargué en el y ahí me quedé observando todo aquel maravilloso parque, el cual se convirtió en mi lugar favorito en esa ciudad, ese parque reemplazó a la biblioteca aunque también la visitaba de vez en cuando, ahora a donde iba todas las tardes era a ese parque, justo en ese árbol. Me encantaba ese aire de naturaleza que tenía. Iba a ese árbol todos los días por las tardes, estuviera lloviendo o estuviera soleado, se había convertido en un lugar muy especial para mí, ya que también iba cuando estaba triste, cuando estaba demasiada feliz y cuando tenía ganas de reflexionar en esos días que me entraba la nostalgia. También llevaba libros de la biblioteca para leerlos ahí, no era un lugar de absoluto silencio pero el ambiente era ideal para leer.
Así pasó un año y yo seguía llendo a ese parque diariamente.

Era un viernes por la mañana en la preparatoria, Juliette y yo estabamos almorzando en la cafetería.

—Hola—dijo Darien llegando hasta nuestra mesa y sentándose justo entre nosotras.

—Holaa—dijimos Juliette y yo al unísono.

Era algo sorprendente ver como se ponía mi amiga cuando él estaba cerca, esa chica de cabello oscuro, ojos claros, sonrisa resplandeciente y mejillas enrojecidas estaba perdidamente atraída por Darien, el cual al parecer no podía notarlo, pero pues ya saben como son los hombres ejem.
A lo contrario de Juliette y yo, Darien era algo tranquilo, no hacía risas escandalosas y la mayoría del tiempo tenía su cara de serio pero si hablaba, era agradable pasar tiempo con él, era un chico inteligente, de esos que parecen nerds pero también son atractivos para ciertas personas, como para Julie jeje, tenía cabello negro y le encantaba utilizar gafas, no porque las necesitara si no porque eran parte de su estilo, cada día utilizaba unas diferentes, tenía una colección de ellas, las amaba.

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2020 ⏰

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