# ♡↷## ¡Vistiendo a HyunJin!

4: "¿Has probado a usar algo que no sea una camisa de lunares?."

Después de aclarar cualquier malentendido, JeongIn y HyunJin se dirigieron hasta el centro comercial más cercano. Nada más entrar, HyunJin se rascó la cabeza, porque no tenía ni idea de cómo empezar y JeongIn parecía mirar los escaparates en su mundo.
JeongIn, al notar que el menor estaba perdido se acercó a él.

— Sólo tienes que acercarte a una tienda que te guste y coger la ropa que te parezca bien y luego, yo elegiré cuál es el menos vomitivo. —explicó brevemente JeongIn mirando indiferente a HyunJin.

— Está bien, JeongInnie hyung. —Respondió alegre el castaño.

— ¿Cómo me has llamado?.

JeongIn lo miró sorprendido, no es que no le haya gustado el apodo, es sólo que saliese de los labios del menor fue... raro, HyunJin tragó saliva con fuerza, con algo de temor a que su amigo lo insultara.

— Lo siento, JeongIn. No volveré a llamarte así.

— ¿Por qué?. —preguntó el peli-negro confundiendo a HyunJin.

— Pensé que no te había gustado. —JeongIn esbozó una pequeña sonrisa al oír esas palabras.

— Está bien, sólo a ti te dejaré que me llames así, HyunJinnie.

HyunJin se sonrojó ante el apodo que ahora le había puesto JeongIn. Sólo lo llamaba así JiSung, que sólo se burlaba porque su madre lo llamaba así, aunque pocas veces.

¿Cómo JeongIn sabe eso? JiSung y él sólo se habían visto dos veces.

¿Dos veces, no?.

HyunJin miró a JeongIn que de nuevo se encontraba mirando detenidamente la ropa de los escaparates y anotando en su cuaderno.

Aunque JiSung y JeongIn hyung no parecen combinar demasiado en personalidades.

Bueno, yo tampoco con JeongIn, pero...

¿Por qué pienso tanto en esto?.

— HyunJin, las tiendas no van a estar todo el día para ti, ¿podrías darte prisa?. —Pidió JeongIn y HyunJin asintió frenéticamente y corrió hasta la tienda más cercana.

JeongIn lo miró irse y se dio un golpe en la cabeza hastiado, HyunJin ni siquiera había visto que había entrado en una tienda de lencería.

[…]

— Bueno, vamos a ver qué has cogido.

Al final entraron en una tienda de ropa bastante grande y JeongIn le dijo que cogiese las prendas de ropas que le gustasen y que luego él decidiría que debería comprar y que no.

— Bien, una camisa de lunares, oh, otra camisa de lunares...

A medida que sacaba la ropa de la cesta sólo encontraba camisas a lunares en su mayoría y otras a rayas.

— Camisa de lunares... —Dijo suspirando JeongIn mientras sacaba la última camisa a lunares de la cesta.

— ¡Pero esa es roja!. —exclamó HyunJin.

— ¿No vistes otra cosa que esa horri- que esas camisas a lunares o rayas?. —preguntó JeongIn.

HyunJin llevó la mano a su barbilla, apoyando la cabeza en sus dedos, pensativo.

— Creo que eso es lo que marca la diferencia. —bajó la cabeza—. A mí me gusta como me visto a pesar de que por ello no tengo muchos amigos.

JeongIn miró el semblante de HyunJin, una mezcla de tristeza y resignación.

— Si te gusta como vistes ¿por qué quieres cambiarlo?. —cuestionó frunciendo el ceño el mayor, aunque realmente ya sabía la respuesta.

— Porque así es la única forma de gustarle a NaKo. —Respondió sonriente HyunJin.

JeongIn se quedó en silencio unos segundos mirando el suelo y luego dió una bocana de aire, tratando de decir algo que no salió de su boca y sólo se mordió el labio inferior recuperando la compostura y mirando indiferente al castaño.

— No tienes porque cambiar lo que te gusta por eso... hay personas que les puedes llegar a gustar por lo que eres y no por tu forma... extravagante de vestir.

JeongIn se dió la vuelta mirando las prendas de ropas.

— ¿A quién le gustaría una persona así?. —preguntó con una risa vacía HyunJin y JeongIn frunció el ceño aún sin darse la vuelta.

— Hay muchos tipos de personas en este mundo, incluidas las personas que les gustarías por como es tu personalidad. —El peli-negro bajaba la voz a medida que hablaba hasta acabar en un murmullo—. Por ejemplo, yo...

Se quedaron unos minutos cortos en silencio y JeongIn cayó en cuenta de que se había dejado llevar y acaba de confesarse a HyunJin.
Su corazón latía desenfrenadamente y su cabeza comenzaba a hervir.

Se dio la vuelta forzando una sonrisa amistosa, viendo la expresión perpleja del castaño, soltó una carcajada.

— ¡Claro, claro! me refería a que me estás gustando ¡no! ¡sí!, me gustas como persona, ya sabes, no pienses nada raro, ¡no me gustas! ¡ay!, en plan amigos. —explicó balbuceando JeongIn ganándose una mirada confusa del más alto.

El peli-negro en un movimiento importa impulsivo le dió la cesta de ropa, con otras prendas de ropa que había elegido aleatoriamente hace unos segundos y lo empujó a los probadores.

— ¡Ponte eso! ¡Las tiendas no van a esperar todo el tiempo a que te guste su ropa!. —exclamó nervioso.

A duras penas, JeongIn meter a HyunJin en el probador y él se escapó corriendo fuera de la tienda. Al llegar, se apoyó en la pared de la tienda tomando aire, y dándose palmadas en la cara, tratando de calmar su ruidoso corazón.

— ¿Qué pasa? a mi no me gusta HyunJin.. —susurró.

— — — —

— Estoy agotado...

JeongIn y HyunJin caminaban con las bolsas de las compras en manos, bueno, el menor llevaba un montón de bolsas en las manos mientras que JeongIn sólo llevaba una pequeña bolsa.

— Yo también. Gracias por ayudarme hoy, hyung. —Dijo felizmente HyunJin con su típica sonrisa.

El peli-negro mayor esbozó una leves sonrisa encogiéndose de hombros.

Habían dejado de lado el comentario de antes por parte de JeongIn, dándole poca importancia. Al menos HyunJin, porque JeongIn planeaba darse con la pared de su casa nada más llegara a ella.