# ♡↷## ¡Vistiendo a HyunJin!

11: "Enfermo."

— Si te sentías tan mal ¿por qué no has ido al médico?.

JeongIn oyó el pitido del termómetro y a movimientos lentos, HyunJin se lo paso. La pequeña pantalla marcaba "39'7 C°"— Estás muriendo.

HyunJin soltó una risa débil.— Creo que ya tenía la sospecha.

— ¿Dónde guardas los medicamentos?—preguntó mirando cada rincón del salón

— No tengo medicamentos.— respondió adormilado.

JeongIn lo miró con confusión.— ¿Qué? ¿por qué?

HyunJin sólo se encogió de hombros y el pelinegro suspiró.

— Iré a comprarlas, duermete un rato. —dijo JeongIn con voz demandante.

— Estoy bien, JeongInnie hyung, no tienes porqué hacer esto.— Dicho eso, HyunJin se tumbó en el sofá.— En unos días volveré a clases.

— Lo hago porque quiero, no seas pesado. —refunfuño JeongIn y antes de que el contrario abriese la boca, preguntó.— ¿Dónde están las llaves?.

— Aquí. —el castaño levantó su mano y JeongIn lo miro con una interrogación. — mi anillo es la llave.

— Ya veo...

Se quedaron en silencio y HyunJin suspiró, sacándose el anillo del dedo suavemente y extendiendo la mano para dárselo a su mayor.

— Sólo ponlo delante del escáner y la puerta se abrirá automáticamente.

JeongIn sonrió dulcemente y cogió el anillo, que tenía una piedra negra de decoración.

Cuando el pelinegro se disponía a irse, la voz ronca del menor lo interrumpió.— JeongIn.

— ¿Qué?.

— No tardes mucho ¿vale? No me gusta estar solo...— dijo HyunJin en voz baja tapándose con la manta hasta la cabeza.

Y JeongIn asintió con una pequeña sonrisa de ternura y salió rápidamente del apartamento.

[…]

JeongIn pasó su dedo por delante del escáner y la puerta se abrió, tal y como le dijo HyunJin.

— Increíble, mi pomo está hecho de madera y a punto de quebrarse.

Un chico soltó una risa pequeña de burla por el comentario del pelinegro y éste se sonrojó de la vergüenza.

— Debería callarme los comentarios de pobre...—susurró avanzando por el pasillo.

Subió al ascensor y tenía suerte de no haber ninguno de esas personas es traje o llevando ropa de marca.

Al llegar , hizo lo mismo que con el portal, abriendo la puerta.

Esto es genial.

Pensó con una sonrisa y se hizo paso en el gran apartamento sigilosamente, por si HyunJin estaba dormido y cuando entro al salón, vió a HyunJin tumbado viendo la televisión.

— ¡Jin, te dije que durmieras!.

El castaño se sobresalto porque no había oído a JeongIn entrar.

— ¡En mi defensa diré que me acabo de despertar!. —sacó las manos de la manta y las levantó.

— Hmp... da igual. —JeongIn puso la pequeña bolsita en la mesa y otra más grande en el suelo.

— ¿Qué has comprado? ¿cuánto ha costado?, te lo pagaré.

— Ay, Jin, callate un rato, no hace falta que me devuelvas nada, hago esto porque quiero. —le explicó un poco sonrosado entregándole una pastilla y una botella de agua.— Toma esto, te bajará la fiebre.