Amaya Suzuki tiene 13 años, vive en la aldea oculta de la hoja, Konoha. Cuando Amaya tenía 5 años, sus padres, ambos ANBU se fueron a una misión secreta y jamás volvieron, por lo que Amaya se fue a vivir con su mejor amigo Naruto, también huérfano...
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La batalla la había ganado Kankuro, fui al baño junto a Ino y nos encontramos a Sakura, ambas empezaron a pelear como siempre así que las ignore, siempre es lo mismo con ellas
-si me llegará a tocar contra ella la haré pedazos-dijo Ino justo en el momento que la pantalla ponía su nombre y el de Sakura
-vaya lo deseaste tanto que se te cumplió, suerte-dije divertida antes de apoyarme en la reja a observar su batalla
"Ellas antes eran mejores amigas, pero fue Sakura quien hecho a perder esa amistad al poner a un simple hombre como Sasuke antes de que a Ino, dios mío, perder una amistad y leal por un hombre que ridículo"
La batalla no duró mucho y terminaron ambas inconsciente resultando que ninguna fuera ganadora y sus sensei las sacaron del ring para dar comienzo a la siguiente batalla
-dejenlas descansar-dije viendo a mi amiga dormir junto a Sakura
Los siguientes ganadores fue Temari casi quebrandole la columna a la pobre TenTen, era la chica que defendí de la golpiza de esos dos idiotas antes de los exámenes chūnin, me dió nervio ver cómo quedó la pobre, esperaba que estuviera bien, el siguiente en ganar fue Shikamaru, ahora en la pantalla salía el nombre de Daishi Tanaka
-¡Vamos Daishi, será fácil, ese perdedor no tiene oportunidad, Daishi, Daishi, Daishi, hazlo llorar, oye perdedor tu mamá te llama jajajaja!-anime a mi compañero junto a Seigi
-Oye es mi novio!-me grito su compañera de al frente
-¡oh lo lamento....por ti, tu novio es un perdedor!-grite mientras me reía con Seigi y mi sensei bloqueo una kunai que iba a mi dirección
"Espero que me toque combatir contra ella"
Y como dije el chico perdió y Daishi ganó, eso amigo mío, pronto a Seigi le tocó y también ganó
-vaya si mis compañeros son todo unos ganadores-dije abrazándolos
-tú también ganarás Amaya-me ánimo Seigi a lo que sonreí, nos quedamos en silencio cuando fue el turno del pelirrojo y el chico de corte hongo y cejas gruesas
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