fue un beso, no un matrimonio • hyojin + j-us

- ̗̀ะ🌷💋: one ⨾ el chico que no paraba de hablar

Seungjoon estaba entre enternecido y aterrado ante la carita de ciervo enamorado que le estaba dedicando Hyojin una vez que sus labios se separaron de aquel beso en medio del solitario salón.

Dios, eso había sido un grave error.

¿Y ahora cómo le decía que en realidad solo quería callarlo y que no tenía sentimientos románticos por él o algo así?

Esto era un gran problema...

Pero, ¿cómo fue que el pobre Lee Seungjoon había terminado en aquella penosa situación?

Pues todo comenzó aquel mismo día en la mañana, donde los pajaritos cantaban llenos de felicidad y el sol brillaba irradiando su calidez.

Seungjoon iba atareado con las cosas que le correspondían como presidente de la clase, especialmente la organización de lo que su grado debía hacer para el festival anual de su escuela; una casa del terror.

Por lo que ahí se veía entrando a la escuela un cansado Seungjoon cargando tres cajas más su mochila en la espalda. Dios, luego tendría un horrible dolor de espalda, eso estaba claro.

Y como nuestro querido Joon no era el chico con la mejor suerte del mundo, lo inevitable pasó y la gravedad hizo su trabajo trayendo consigo al pobre chico junto con las tres cajas.

'Al menos es un pasillo solitario y nadie me vio hacer el ridículo', pensó Seungjoon soltando un suave suspiro para luego sentir un fuerte dolor en su rodilla, donde justamente su pantalón se había rasgado y un hilillo de sangre se asomaba.

—Ah, perfecto. Comienza el día y ya estoy herido —Suspiró Seungjoon. —¿No me habré llamado Murphy en otra vida?

—¡Dios!, ¿estás bien? —Preguntó una voz repentinamente a su lado, causando que Seungjoon se sobresaltara y se diera un cabezazo con el chico desconocido. —Auch, eran ciertos los rumores de que eres un cabeza dura —Murmuró el chico sobándose su lastimada cabecita para luego caer en cuenta de lo que dijo. —Digo, eh... Eso no era, perdón, te amo —Masculló rápidamente apenas siendo entendible para Seungjoon, pero al parecer algo que dijo él mismo lo hizo alterarse. —Ay, Dios, no era eso. E-eh... Comencemos de nuevo —Se aclaró la garganta para luego sonreírle a Seungjoon empequeñeciendo sus ojitos de una manera bastante tierna. —Soy Kim Hyojin de la clase 2, es un gusto —Ofreció su mano a Seungjoon quien simplemente lo observaba parpadeando incrédulo.

Okey, para aclarar el panorama la situación era esta; Seungjoon estaba tirado en el piso con tres cajas desparramadas a su alrededor y una herida en su rodilla, también había un chico desconocido —bueno, ahora sabía que se llamaba Hyojin, pero ese no era el tema— arrodillado junto a él mientras le hablaba más que narrador de fútbol y le sonreía de una manera hermosa que le hacía sentir escalofríos.

Bien, Seungjoon nunca había tenido suerte en su vida, literalmente le decían Seungjoon Murphy por su mala suerte. Pero Dios, esto no sabía como clasificarlo. ¿Era buena suerte?, ¿mala suerte?, ¿o simplemente la vida desmostrándole que nunca podría vivir tranquilo y normal como el resto de la gente?

Seungjoon suspiró y sonrió ligeramente aceptando la mano que el otro chico le ofrecía para no parecer maleducado, porque al menos su mamá le había enseñado cosas buenas.

—Un gusto, Hyojin, yo soy–... —El extraño chico junto a él no le dejó terminar la frase ya que rápidamente fue interrumpido por él.

—Eres Lee Seungjoon de la clase 1, tenemos de amigo en común a Jaeyoung, él me habló sobre ti... —Murmuró lo último con timidez causando que Seungjoon sintiera un calor en sus mejillas sin saber porqué. —Oh, cierto —Pareció reaccionar Hyojin. —Dios, estás herido y yo aquí como estúpido hablándote en el piso —Se dio un golpe en la frente para luego tomar a Seungjoon tal como un novio lo haría con la novia en su noche de bodas. —Ven, te llevaré a la enfermería

—¡No, pero Dios–...! —Chilló Seungjoon aterrado ante la repentina elevación mientras se abrazaba fuertemente al pelirrojo con miedo brillando en sus ojitos. —¡Bájame!, debo ir a clases y además abandonamos las cajas allá —Apuntó las tristes cajas tiradas en el piso con todos los materiales para la casa de terror de su clase.

—Primero debes ir a la enfermería, luego yo buscaré tus cajas y las llevaré a tu clase —Sonrió tiernamente Hyojin mientras seguía su camino llevando en brazos a un chillón Seungjoon.

—Ugh, bien —Murmuró Seungjoon completamente avergonzado mientras decidía simplemente dejarse llevar por el otro chico.

Pero como leyeron al principio, Seungjoon no es un chico con muy buena suerte. Y pues resulta que Hyojin no es el chico más atlético del mundo, por lo que fue una muy mala idea haberlo cargado creyéndose todo un fortachón cuando era flaquito como un fideíto.

Así que repentinamente Hyojin comenzó a tambalearse cuando sintió que sus brazos y piernas no podían más, y ahí los dos se fueron de bruces al piso justo cuando la enfermería estaba a la vuelta de la esquina.

—Ay Dios, creo que la barrita energética que desayuné esta mañana ya perdió el efecto —Lloriqueó Hyojin sintiendo como le faltaba el aire, solo para darse cuenta de que Seungjoon estaba sobre él, y por eso no podía respirar bien. —Sabes Joonie, eres bastante guapo y en serio no me molesta tenerte así de cerca. Pero tristemente necesito respirar para vivir —Dijo con un hilillo de voz, causando que Seungjoon se diera cuenta de su posición y se levantara rápidamente, aunque le doliera un poco la rodilla.

—Creo tendré que llevarte yo a la enfermería —Suspiró Seungjoon mirando a Hyojin respirar dramáticamente como si hubiese estado horas sin hacerlo.

—Vete sin mí, Seungjoon. Déjame aquí y yo me las arreglaré para volver a tus brazos —Dijo el pelirrojo dramáticamente mientras Seungjoon lo observaba con una ceja alzada.

—Está bien —Sonrió Seungjoon encogiéndose de hombros para luego medio cojear hasta la enfermería dejando a Hyojin tirado en el piso.

—Ya se enamorará de mí —Sonrió Hyojin soñadoramente mirando desde el piso al peliblanco que desaparecía por la puerta de la enfermería.