Lucien, capítulo 32

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Leer un libro siempre ayudaba

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Leer un libro siempre ayudaba.
Ayudaba a viajar a otro mundo, un mundo en el que tu vida no era una mierda y no eras el hijo inútil de una familia jodidamente rica.
Caminé hacia la biblioteca con las manos en los bolsillos de mis pantalones de tela con aire despreocupado. Amaba estar solo pero en ocasiones era aburrido y la única escapada era la literatura.

Entré a la biblioteca, cogí la novela que estaba leyendo y me senté en una silla apoyando el libro sobre la mesa, el cual se llamaba, "El fragor de un lamento olvidado".
La novela era realmente buena y entretenida pero seguía unos cuantos clichés que me desagradaban.

Pasé unas cuantas horas concentrado en la historia, dejándome llevar por los personajes hasta que un papel aterrizó encima de mi libro. ¿Quién se había atrevido a molestarme?
Frunciendo el ceño, cogí el papel y leí lo que había escrito en él.

"¿Cuál es tu nombre, pianista?"

Levanté la vista y miré en la dirección que había llegado el papel. Era el chico rubio de aquella noche, que me miraba sonriendo bastante emocionado esperando mi respuesta.
Suspiré agotado y cogí un lápiz de la mesa para escribir sobre el papel, en él, puse:

"No te importa." y tras ello, se lo lancé y seguí leyendo. Tenía que molestarme justo en la mejor parte. ¿Acaso aquel chico sólo servía para hacerme perder el tiempo?

Segundos después, volví a recibir el papel. Lo abrí sin paciencia alguna para leer lo que había en él.

"Soy Edgar."

Levanté la vista y le miré. Estaba apoyando su cara sobre su mano. Era atractivo, las cosas habían que decirlas, pero era un pesado y a mí me gustaba tener mi propio espacio.

Respondí haciendo fuerza con el lápiz sobre el papel. Aquello era agotador.

"Me da igual, déjame en paz, pesado."
Le lancé el papel.
Le escuché suspirar resignado en su asiento. Volví a concentrarme en el libro, sin embargo se me hizo imposible, ya que sentía su mirada fija sobre mí.

Donde los pétalos vuelan 𓆸SNKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora