Día número tres

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AbeelxFargan

Desde hace un par de meses ha estado planeado su "estrategia" con Fargan. Después de todo, el cortejo a un omega tiene que ser planeado hasta el más minúsculo detalle.

    Abeel menciono sobre un parque de diversiones llamado Naturalandia, lugar donde había atracciones mecánicas como una montaña rusa, solo por mencionar lo que más llamó su atención. Entonces, con la excusa de grabar un blog de excursión al lugar, invito a Fargan para que vayan juntos. Con lo que no contaba era que Poker se colaría en la salida.

    —Vuelve a explicar ¿por qué nos acompañas? —pregunta el más bajo desde la parte de atrás del auto

    —Porque siempre quise ir a ese parque con amigos. Cuando se lo preguntaba a Fargan decía que no...ahora resulta que tú le preguntas y acepta de una, así que decidí aprovechar el momento —explica con una sonrisa de orgullo en sus labios. — Aparte de que eres un Alfa... no quiero que mi amigo llegue a las tantas por gracia de alguien. —menciona esto último con seriedad absoluta.

    —Poker... ¿Cómo crees que yo haría tal cosa? ¿estas tonto o qué? —empieza a desplegar sus feromonas en defensa.

    —Reconozco que eres un buen Alfa, pero no me fío en dejarte a solas con mi amigo. —empieza a sentir una pesadez de la nada­ —Y que hayas desplegado ese feo olor, hace que todo empeore... ¿quieres que baje las ventanillas, Fargan?

    El mencionado, que ya se sentía ignorado por el beta y el alfa, asiente afirmativamente con la cabeza, se siente algo mareado y presionado por el ambiente.

    —¡Lo siento! —Abeel trata de dispersar el aire con su chamarra. —Discúlpame Fargan, en serio, yo...

    —No, tranquilo, esta bien —interrumpe el castaño y lo mira con dulzura.

    —David...—inmediatamente se acerca al omega y con sus manos acuna su rostro. —Eres lo más hermoso de mi vida.

    —Ya, tampoco es para tanto... Yo también te quiero. —deposita un suave beso en la mano ajena y sonríe.

    El ambiente pasa de ser pesado, a ser cálido y agradable. El omega y el alfa están dentro de una burbuja de amor.

    —Genial.... ahora el que se esta ahogando soy yo —hace un ademan con la mano para apartar esa cursilería de sí. Sus acompañantes empiezan a reírse de él, pero eso no le importa, y se une a la carcajada grupal.


Fargan MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora