Capitulo 1

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Llevaba años de rivalidad con la rubia, la pija que me había enfrentado desde el principio, no se había dejado pisar como las demás reclusas. Varias veces nos habíamos intentado matar,nos odiábamos, muchísimo. O eso quería creer yo. Muchas cosas habían pasado desde que nos conocimos, había tenido que perder a mi hija y casi perderla a ella para darme cuenta de que esa maldita rubia era lo único que me hacía querer permanecer en este mundo de mierda. Este mundo que me había arrebatado todo lo que siempre he amado, mi niñez, mi adolescencia, mi hija, mi vida, mi libertad.
Después de lo de mi hija sólo tenía en mente matar a la barbie, no podía separarme del charco de sangre que había formado mi hija al estamparse contra el suelo después de que un desgraciado la empujara al abismo, pero como sin de un ángel de la guardia se tratara, apareció Macarena y mi mundo volvió a girar.

-No había visto nunca a una Zulema tan desolada, tan triste. No eres tú
-Deje de ser yo en el mismo momento que me arrebataron a mi hija después de nacer, en ese momento nació una mujer vengativa, mala, una psicopata. Mi hija murió hace dos días, por mi culpa.
-No fue culpa tuya Zule.

Y tal y como dijo eso, mi ángel se dio media vuelta y desapareció del patio.

Esa misma noche, no podía dejar de pensar en la persona que dormía a poco más de un metro de mi cama, no podía dormir. La había echado de menos, pensaba que habría muerto o que sería un puto vegetal , pero no, ahí estaba tumbada en su cama.
Sabía de sobra que no estaba dormida, lo sé por que la conozco. Me siento en la cama, ella me mira y juro que podría perderme en esos ojos toda mi vida. No se que cojones me pasa, yo no soy así, me importa una mierda las personas, siempre ha sido así, pero ella, joder, ella me importa y odio sentirme así, lo odio por que me hace sentir débil.

-¿No puedes dormir Rubia?
-Lo haría si dejarás de mirarme, llevo notando tu mirada desde hace rato.
-Estaba pensando en cómo matarte. Te salve de las chinas para hacerlo yo, una promesa es una promesa.

Me levante de la cama no sin antes echarle una ultima mirada a la rubia y salí de la celda para ir al baño, necesitaba despejarme. No quiero matar a Maca, no desde hace tiempo, en realidad no la odio, nunca lo he hecho. Odio lo mucho que me sacaba de quicio, odio que me plantara la cara y a la vez adoro que lo hiciera, me estaba muriendo en vida aquí, en este puto agujero y ella me revivió, resurgí de las cenizas como un ave fénix, gracias a ella.
Escucho un ruido , me giro

-¿Que coño haces aquí rubia?
-Vete a la mierda Zulema, solo he venido a ver si estabas bien.
-¿No lo ves? Estoy de puta madre, lárgate.

Se que soy una puta gilipollas, pero no puedo permitirme esto, no puedo permitir que ella sepa.

-¿Sabes Zulema? No va a pasar nada por que me digas una palabra amable.
-Y a ti no te va a pasar nada por cerrar esa boca de pija que tienes.
-Mira Zulema, estoy cansada de esto, intentas fingir que no te caigo bien, que me odias pero se perfectamente que no es así, puede que tu me conozcas pero no te olvides que yo también te conozco a ti.
-No se de que me hablas, a mi las pijas nunca me han caído bien.
-Deje de ser esa chica pija hace mucho tiempo y lo sabes de sobra. Lo único que estas haciendo es alejarte de mi, nos llevábamos bien, que paso mientras yo estaba en coma?

Pasó que no estabas, pasó que me di cuenta de lo mucho que me importas, pasó que asumi mis sentimientos por ti, pasó que la puta barbie mató a mi hija, pasó que estaba completamente vacía y no estabas aquí. Pasa que no quiero volverme a sentir nunca tan débil.

-Ya sabes lo que pasó, estupida. Pasó que me reencontré con mi hija y pasó que por mi culpa Sandoval la ejecutó, en lo único que pienso desde entonces es en cargarme a ese hijo de puta. No voy a disculparme por no prestarte la atención que quieres, rubita. Pídele a la rizos que te caliente ella las bragas.
-Ya te gustaría a ti calentarme las bragas.
Lo siento Zulema, pero matar a Sandoval no va a arreglar nada, no vas a recuperarla.
-No soy imbecil rubia, esta muerta y nada ni nadie me la va a devolver, pero te aseguro que el gusto que me va a dar matar a ese hijo de puta no me lo va a arrebatar nadie.
-No pienso meterme en más mierda y menos por ti. Matar a Sandoval no solucionará nada, no arreglará las cárceles, no cambiará el sistema, llegará otro hijo de puta después de él y entonces que, ¿lo mataremos también? A demás, mañana  me largo de esta puta mierda de sitio y esta vez no pienso estropearlo, Castillo me saca de aquí. Buenas noches Zulema.

Y se va, se da media vuelta y se va. Esta hija de puta ha conseguido que yo la quiero y se larga, y yo, el puto elfo del infierno, no he tenido los cojones de decirle lo que siento, por que soy así, no me da miedo nada excepto una cosa, enamorarme, y la puta rubia lo ha conseguido y estoy acojonada y ahora se va. Mi puta vida, la odio.

MaktubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora