Obliviate | Dramione |

Parte 3

Besado.

Draco la había besado.

Todavía no salía de su estupor cuando el rubio, después de besarla, la estrechó entre sus brazos.

-Me hace muy feliz que hayas aceptado venir- murmuró el rubio feliz contra su cuello.

Todas sus barreras se vinieron abajo.
Sólo necesitó esas palabras para también corresponder el abrazo del platinado.

-Dime que esto es real. Dime que no es una de tus estúpidas bromas Malfoy, o juro que quedarás sin descendencia. - pidió por última vez la Gryffindor, antes de ceder completamente a los sentimientos que venían atormentándola desde hacía años.

-¿Todavía dudas de mí? Hermione, desde el momento en que te vi, supe que estaba perdido. Al principio no quería aceptarlo, tu eres hija de muggles y yo de sangres pura. Era totalmente contrario a todo lo que me habían enseñado, con lo que viví rodeado. Pensé que si te odiaba podría olvidar este sentimiento de amor por ti, pero que equivocado estaba.
Sólo me vine a dar cuenta después, pensé que todo estaba perdido pero lo intenté, una y otra vez. Miranos ahora, estamos aquí, juntos. Conmigo diciendo lo que siento por ti.- al terminar de decir esto, Draco la seguía mirando a los ojos, atento.

Dios. Esos ojos no estaban mintiendo y ella lo sabía.

-Lo ignoraba, al menos trataba. Porque muy en el fondo lo sabía perfectamente. Sabia que me había enamorado de ti. Me había enamorado de ese chico arrogante y altanero, que llamaba la atención por donde quiera que iba. Ese chico que cuando me miraba tenía muchos sentimientos que eran difíciles de leer para mí, pero lo que más hacía resaltar era cuanto me detestaba. Ese chico que es un cobarde que no duda en salir corriendo, pero aún así no podía apartar la mirada de ti. No podía parar mi corazón. No lo entendía, hasta que una vez te vi a lo lejos, solo. Ya no tenías esa máscara puesta, y pude verte realmente, entendí muchas cosas.
Pero dime, ¿Por qué sigues siendo un idiota? Supongo que no puedo cambiarlo. - rió bajito Hermione, abrazándolo más fuerte y con lágrimas en los ojos.

El rubio rió igualmente, cuando se separaron ella pudo ver que él también tenía la mirada llorosa.

-Supongo que no se puede cambiar a estas alturas. Y por más que quiera cambiarlo, no puedo por el momento. Lamentablemente tengo una "imagen" mantener. En especial para los demás.- Suspiró triste el Slytherin.

Lo entendía, claro que lo hacía. Ella misma tenían una imágen también.

Los dos la tenían.

Porque en la realidad ellos eran enemigos.

¿Qué pasaría si sus amigos llegaran a enterarse que está enamorada de Malfoy?

¿Qué son novios? Pensarían que le habían dado Amortentia.

Eran de bandos opuestos. Su elección.

Bueno, más por ella que por él.

Él no había tenido elección, estaba su familia involucrada.

Por el momento no había nada que hacer, solo mantener su relación en secreto.

Se habían confesado en el momento equivocado.

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Hola! Para esas personitas que quizás lean esto, el siguiente capítulo se viene con un poco de drama xD.

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Dea💫