#9: If you let me I can help you out with all of that

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Maddox me miró de reojo, intuía lo que estaba pensando, no era la primera vez que pasábamos por un bache semejante. Yo por mi parte era incapaz de quitarle la mano de encima a la preciosa lince canadiense, perdiendo de vista mis dedos bajo ese espeso pelaje gris, notando gracias a mi afinidad con los depredadores el inmenso dolor que estaba sintiendo en el alma.

A fin de cuentas, perder cachorros era un golpe muy duro para cualquier madre, anduviese a dos o a cuatro patas. Y ella no había podido salvar a ninguno.

- Está bien, Mad, la conozco desde hace mucho.

- Yo en tu lugar no lo haría, normalmente cuando los pierden...

- No sería el primer vínculo que se me rompe, pero si puedo darle paz y compensar su sufrimiento con cariño quiero y debo hacerlo. 

- Lynn lleva demasiado tiempo enferma, de milagro pudo llevar el embarazo hasta el final pero su debilidad no le permitió traer a sus cachorros con vida, ¿de verdad crees que es buen momento para sacarla de la organización?

- ¿Cuándo lo será entonces? ¿Cuando ya no pueda ni levantarse sin ayuda? 

La pobre felina resopló antes de moverse un poco, cansada, herida por dentro, con el brillo de los ojos apagado como los corazones de sus pequeños, y mi propio corazón se quebró al notar que respiraba mal, como si sollozase en silencio. No tenía estómago suficiente para irme sin más, aunque supiese que tal vez el vínculo no durase mucho quería usar eso para darle a entender que no estaba sola, que aunque no pudiese darle amor a sus hijos podía recibirlo de alguien que se preocupaba de verdad por ella.

- Di en el registro que me llevo a Lynn, haz que la inscriban en la lista de vínculos a mi lado.

- Esme...- su último intento por disuadirme sonó muy débil. De hecho, apenas lo dijo, suspiró rendido antes de irse de la jaula, deteniéndose un momento en la puerta para mirarme de reojo-. Te has llevado demasiados palos este último año, una ruptura de vínculo era lo último que necesitabas, así que espero que sepas lo que haces.

Opté por no contestarle. Seguí acariciando a la preciosa felina, sintiéndome mitad compasiva y mitad culpable... Ya que era muy consciente de que nuestro lazo se rompería al poco de crearse, ella estaba en las últimas y me iba a aprovechar justamente de eso para empezar a debilitarme a propósito, tal cual me había indicado Santino. Mi cabeza era un bombo, tenía muchísimas cosas pendientes y la mayoría de ellas contradictorias, como el hecho de que iba a procurar pasar por malos momentos a propósito para hacerme fuerte a partir del dolor de la debilidad, al mismo tiempo que debía fingir ser más débil de lo que podría parecer para alejar a Leraje de Jasper, evitar a toda costa que Maddox y Agnes se enterasen de lo que realmente me pasaba, mantener a Quinn al margen de todo...

Sin duda, eso último era lo más difícil, sobre todo desde que la tierna mística se había acostumbrado a pasar prácticamente todos los días en mi casa, ahora con más tranquilidad debido a que se habían acabado las clases.

Casi una hora más tarde, e inquietos como cada vez que sentían un nuevo vínculo, mis cuatro animales se quedaron muy pendientes de la recién llegada a medida que la bajaba del remolque, cuidando de que no se desplomara por los calmantes suaves que aún tenía en su organismo. Abrí la puerta del recinto, creé una sutil pantalla de feromonas para comunicarles a los demás que debían ser delicados con la lince y, tras un largo suspiro, decidí presentarla.

- Esta es Lynn, como supongo que ya estaréis oliendo no puede presumir de su salud así que tenemos que cuidarla mucho, y encima acaba de perder a sus bebés. Quiero que se sienta tan cómoda como vosotros cuatro, ¿de acuerdo?

Maahes, Sejmet y Bastet sacudieron la cabeza con resoplidos bajos, y Mehen siseó sin moverse del árbol. 

- Gracias- sonreí conmovida, y sin quitarle ojo de encima dejé que mi nuevo vínculo se acercara a sus compañeros para conocerlos. Se olían de lejos, movían las orejas, emitían pequeños sonidos, por más que fuesen todos animales diferentes el vínculo común conmigo les ayudaba a comunicarse, de ahí que tres felinos fuesen capaces de entenderse con una serpiente.

Hasta que aprendas a quererte (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora