Capitulo 2

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Me quedé mirando el pequeño montículo. No era demasiado pequeño, pero tampoco demasiado grande. Miré los lirios que recogí y los coloqué cuidadosamente sobre el montículo. Una vez que me puse de pie, dejé escapar un suspiro.

Me duele el pecho.

De repente sentí una mano sobre mi cabeza, cuando levanté la vista, vi que mamá estaba acariciando mi cabeza, tratando de consolarme.

–Está bien, Craig. Sé que es difícil perder una mascota, pero... Stripe vivió una buena vida– dijo mi madre.

–¿Vivió una buena vida? – Yo pregunté.

Mamá sonrió –ajá. Justo como tú y yo. Viviremos largas vidas buenas, al igual que Stripe– dijo mamá.

–. . .–

–Voy a entrar ahora, cariño. Entra cuando estés bien y listo, ¿de acuerdo? – mamá se inclinó y me besó encima de mi cabeza. Luego vi como ella se iba y regresaba a la casa.

–. . .– Realmente odiaba cuando mamá decía eso.

¿Una vida larga y buena? ¿Cómo vivió Stripe una vida larga y buena? Su vida es corta en comparación con otras personas. Mientras que mamá todavía tenía quizás sesenta años más, Stripe solo tenía seis.

He escuchado que el concepto de tiempo de los animales es diferente al de las personas, ¿eso significaría que los seis años de Stripe fueron más como sesenta años para él? ¿Qué hay de las personas? Si supiera cuánto tiempo vivieron las personas, ¿estaría celoso de que todavía vivieran mucho más que él?

¿Qué hay de mí? ¿Técnicamente viviré una vida larga y feliz? ¿Pensaré lo mismo que mamá? ¿O viviré una vida corta como Stripe, no haciendo mucho sino simplemente... existiendo?

–. . .– Mientras caminaba hacia adentro, me detuve para mirar mi reflejo desde la ventana.

¿Porqué mi número era mucho más corto que el de mamá? ¿No viviré una vida larga como todos los demás? ¿Voy a ser como Stripe muy pronto?

Si antes no me gustaba mi número, menos me gustaba ahora.

[. . .]

Suspiré mientras veía a Tweek moverse de un lado a otro, apresurándose a la mesa de al lado y dando a los clientes sus bebidas. En cuanto a mí, me senté en una de las cabinas en la parte de atrás, bebiendo café negro y lo vi trabajar y entrar en pánico durante media hora.

Suspiré, un poco molesto por tener que esperarlo –Tweek, ¿ya terminaste? Ya son las cuatro y cuarto– dije mirando mi reloj.

–Lo siento, solo necesito atender a dos clientes más y finalmente estaré de vacaciones–  dijo Tweek.

–Amigo, he estado aquí por una hora ya. Tengo cosas que hacer más tarde también, ya sabes–

–Lo siento, solo dame unos minutos más– se disculpó Tweek y rápidamente volvió a ayudar al próximo cliente.

Suspiré y solo bebí el resto de mi café. –Ugh ... ¿por qué ordené esto? – Murmuré,debería haber agregado azúcar o algo a esto, es amargo como el infierno.

Mientras esperaba que Tweek terminara, decidí mirar a mi alrededor, mirando los números sobre las cabezas de las personas. Como era de esperar, todos aquí vivirán una vida larga, bueno... todos excepto Tweek y yo.

–Cuarenta y cuatro, setenta y dos, veinticinco, ochenta– murmuré para mí mismo mientras la gente entraba y salía de la pequeña cafetería. –Tal vez debería hacer mi tarea de matemáticas mientras espero – suspiré.

La lista de deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora