Luzubowl Year 2020 Versión Karmaland

I: Mascotas - Luzubius

Nota: Basado en el episodio "NUESTROS CERDOS SE ENAMORAN Karmaland E35" de Luzu pero narrado.

Luzu se habia despertado muy temprano en la mañana, tenía muchas ideas para este día. Hace un par de días tuvo una conversación con Rubius sobre sus cerdos. 

"—¡Hey Rabis! Ya que somos los únicos con cerdos de mascota... ¿No te parece que deberiamos hacer que sean familia? Que hagan cerdadas, tengan cerditos bebés y que surja su amor.

—E-eh... vale —dijo Rubius— Me mola la idea pero Juan Carlos II es especial ¿Vale?

—Vale, Rabis. Yo me encargo de todo y ya te aviso —dijo Luzu"

¡Pues el día habia llegado! Luzu construiría una pequeña caseta para darles su privacidad y que se amen. Lo primero que tenía planeado era que fuera rosa, un color cerdil y cerdezco.

"A ver, Luzu. Piensa ¿Qué necesitamos? —pensó Luzu— Madera de abedul, manera de roble... si, de roble funcionará pero "¿Cómo hago para que se haga rosa? ¿Serviría tinturarla? Vamos a descubrirlo" una de las cosas que más le gustaban a Luzu era hablar consigo mismo, le daba la tranquilidad que los demás no lo hacían. Bajó rápidamente las escaleras hasta donde estaban todos los armarios llenos de objetos y empezó a revisar

"—Vaya si debo organizar esta mierda —dijo Luzu al ver objetos regados— Madera, maderita ¿Dónde estás?" 

¡Bingo! La había encontrado "Ahora debo ir a la mesa de crafteo y hacerla rosa". Aquella mesa era muy peluliar porque al tocarla, se abría como una especie de panel transparente que les permitía a todos leer el proceso. "Entonces, pongo la madera en el centro y la rodeo con el tinte rosa ¿no?" Es correcto, habia salido rosa y un stack de bloques.

"—¿Qué más necesitamos? " pensó Luzu

 —"Cristal rosa y lana rosa ¿A dónde tengo el cristal, tío?"— Con todo este desordén, era imposible. Pasó un largo rato para encontrarla y se fue a la mesa de crafteo— "Tenemos cristal rosa, wooo". Ahora, solo faltaba el lugar. Debía ser en su casa, si o si. Después de todo, era su idea y sabia que Rubius no se negaría. La casa de Luzu era muy amplia pero era mejor en el patío. 

De repente, vió que Rubius habia aparecido en el pueblo y eso fue la señal de que debía correr. "Vale, seis bloques o quizás más de ancho y cuatro de altura" Cuando ya empezaba a tomar forma, buscó pintura y les pintó un cartel llamado "Amorcito crazy de Manolo y Juan Carlos II" con muchos corazones alrededor. "¿Qué hacemos con el techo? pensó Luzu "Bah, con lana y sale". La caseta se veía muy bien, muy cerdil como diría Luzu pero estaba oscuro. El creeper se lo había dejado en claro.

"—Necesito luz y un par de cuadros" Buscó un par de farolillos y los puso. Los cuadros lo pintó él mismo con un toque de picardía. "Perfecto, ojalá que les guste" pensó Luzu.

Antes de llamar a Rubius, fue directo al yunque a ponerle el nombre de los futuros cerdos.

—¡Rabis! —gritó Luzu, fuera de su casa.

—Alo policia —dijo Rubius, abriendole la puerta.

—¿Qué tal estás? —preguntó Luzu.

—Muy bien pero un poco preocupado porque no sé que quieres hacer con mi cerdo —dijo Rubius.

—¿Cómo qué no? Si te dije —suspiró Luzu— Manolo y Juan Carlos II son cerdos muy especiales, todos estamos de acuerdo con eso.

—Juan Carlos II lo es más —Luzu rodó los ojos.

—El punto es que creo que merecen amor, no tienen una vida cerduna como lo merecen —dijo Luzu.

—Y quieres que tengan Sex Time —dijo Rubius con malicia.

—Construí algo en mi casa para ellos —murmuró Luzu.

—¿Y si Juan Carlos II muere en el camino a tu casa? —Rubius sonó preocupado.

—No creo, yo los protejo —dijo Luzu.

—Entonces ¿Cuál es el plan? ¿Una vida a lo Juego de Gemelas? —preguntó Rubius.

—Luzu asintió— Tu te quedas con uno y yo el otro.

—Vale, vale... —Rubius tomó una rienda y cuando estaban saliendo de casa, algo pasó.

Juan Carlos II había muerto.

—Joder, Luzu ¿No habias dicho que lo iba a proteger? ¡Asesino! ¡Asesino! —gritó Rubius.

—Escucha, Rabis. Cálmate, estás en shock —dijo Luzu calmado— Ven y te muestro. Juan Carlos II resurgirá desde las cenizas.

Los dos chicos caminaron hasta la casa de Luzu.

—¿Qué opinas? —dijo Luzu.

—Rubius rió pero le habia gustado— ¡Está todo guapo! En plan porno, para ponerles cachondos.

—Así es, Rabis —coincidió Luzu.

—A Juan Carlos II le hubiera gustado, si si —lloriqueó Rubius.

—No te preocupes, Rabis. Crearemos un Juan Carlos Tercero —le dió una etiqueta.

—Rubius se habia ido a mirar el corral de los cerdos y hubo uno que le llamó la atención— Él será.

—¡Aquí tienes a Juan Carlos III! —contestó Luzu— Iré por Manolo.

Luzu corrió hasta la casa, gritando el nombre de Manolo varias veces. Cuando por fin le encontró le dijo

—Manolo, eres el macho alfa. Es tu momento, amigo. ¡Haz lo que mejor sabes hacer!

Salió de casa hasta donde estaba Rubius. 

—¿Estás listo, Rabis? —preguntó Luzu.

—Muy listo —Y dejaron a los dos cerdos dentro de la casa.

—¿Crees que se hayan gustado? —interrogó Luzu.

—Yo vi amor —respondió Rubius.

—Entonces, oficialmente somos suegros de cerdos y somos familia política —Luzu abrazó a Rubius.