Capitulo 2

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Son las 8 de la mañana y ni un taxi circula por la carreta.

-Vamosss- digo exasparada con el dedo levantado. Noto como alguien se acerca por mi espalda.

-Todavia falta media hora, ¿porque tanta prisa?-me dice al oído

Me separo de Gabriel y continuo atenta a la circulacion. No pienso hablar del tema y menos con una reunión importante por delante.

-¿No vas a hablar?, nos lo pasamos bien anoche¿cierto?-suelta una risita, derepente se separade mí, y al girame ha desaparecido.

El sonido de un motor me saca de mi ensimismamiento. Un porche rojo me espera con la puerta abierta y Gabriel con una sonrisa picarona.

-Sube- me quedo quieta, ni de broma. Como si me hubiese leído la mente prosigue.-Vamos a llegar tarde a la reunión- tiene razón, resoplo y subo al auto.

****

Las manos me tiemblan,estoy en la cafetería, miro el móvil inquieta.Tomo un sobre de azúcar y lo echo al café, la reunión ha salido bien excepto por las cuntinuas miradas penetrantes de Gabriel.

"Blame it on me" empieza a sonar,descuelgo el teléfono.

-¡No Me Lo Puedo Creer!-grita James desde el otro lado de la línea. James es mi entrenador y mi mejor amigo. Le acabo de escribir un whastapp contándole la noche pasada y al minuto ya me estaba llamando.

-Lo sé- digo con tono de arrepentimiento.

-¡Nena!, has tenido una noche loca con el soltero más deseado de todo NY y suenas como si te fueran a ejecutar- me reprende-Si yo hubiese tenido oportunidad....

-Lalalalaa- grito riéndome, siempre sabe como animarme-¡No digas nada más!La cosa es que no me acuerdo de nada, bueno... algo sí-digo recordando las imágenes de esta mañana.James continúa hablando pero yo me distraigo ensimismada cuando Gabriel entra en la cafetería.

-¡Válgame Dios!, nena tu necesitas ayuda de verdad, ¿me esta escuchado?- grita riéndose

Gabriel se acerca a mi mesa y se queda mirándome.

- James, te dejo, luego hablamos- cuelgo confusa-

Guardo el teléfono y me quedo mirandolo. Señala la silla y aisento indecisa, con cuidado,coge mis manos y me mira a los ojos, yo bajo la mirada, y mi cara se vuelve a enrrojecer- al contacto.

-Agnes,tenemos que hablar.


Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora