Atarashii Kagayaku (Un nuevo resplandor)

Capitulo 21: Una verdadera guerrera

Fuuze no había derramado ni una sola lágrima, después de todo había olvidado lo que eso significaba… y ahora, la pérdida de su hermana después de su redención la había dejado totalmente desolada. Y no sabía que hacer, sus piernas no le respondían y estaba en frente de su enemigo o al menos su anterior enemigo sin poder defenderse, sentía un vacío en el cuerpo y sólo veía como las esferillas blancas se elevaban al cielo, tal vez no lo quería aceptar porque ellos acostumbraban a desaparecer por medio de un humo, además todas las personas que había matado quedaban inertes, no se deshacían en bolitas de nieve… ¿por qué el cadáver de su hermana se había consumado como nieve?

Lo mismo pensaba Michiru, quien veía misteriosamente la desaparición del cuerpo de su enemigo, podía jurar que había muerto de la misma forma en que ellas habían muerto a manos de Galaxia… Pero eso era imposible… así que se limitó a ver a Haruka quien tenía los puños y los ojos muy apretados, como si con eso lograra calmar sus sentimientos.

- ¡¿Qué se supone que debo pensar, Fuuze?! -- gritó histérico Raitsu --  ¡¿Qué mi hermana pequeña murió a manos de un maldito asesino?! ¡¿A caso lo sabías?! ¡¿Por qué la mató?! ¡Se suponía que éramos sus esclavos, le servíamos para complacer sus exigencias! ¡Maldita sea!

Tal vez a las Sailors no les impactó tanto ver esos gritos, pero cabe destacar que no conocían al tranquilo de Raitsu… pero sus hermanos sí y se sentían de la misma forma por dentro, tanto enojo, tanta tristeza, era como si de golpe habían recibido las lecciones de cómo sentir, de cómo reaccionar, de cómo quedar afectados ante una tragedia… Y entonces recordaron, partes de su infancia, parte de su juventud y la forma en que casi mueren a manos de un ser despiadado…

Hitoko apretó los puños y sin decir nada se levantó, miró directamente los ojos asustados y tristes de Serena y se desvaneció en silencio, de la misma forma y harto de todo lo que pasó, Raitsu se elevó en el aire y se disipó rápidamente, pero Fuuze seguía ahí.

Mientras trataba frenéticamente de darse una explicación lógica a lo que acababa de ocurrir, un último copo de luz con la esencia de Yukiboru penetró en su pecho. Sintió la calidez de su hermana mientras su visión comenzaba a nublarse… cerró los ojos.

Y la vio…

- ¡Yuki!

Pudo ver perfectamente cómo entraba a la cámara principal del cometa que llegó a querer como su hogar y notó que se dirigía a la persona detrás del velo… era extraño… ¿sería a caso el enfrentamiento que tuvo antes de morir?

Y así fue, lo vio todo… desde que se arrodilló, la despiadada conversación que mantuvieron mientras la golpeaba… estaba segura de que su hermana no había puesto la menor resistencia para poder ser capaz de escuchar lo que esa maldita sombra le decía… estaba segura de que Yuki necesitaba saberlo todo y después pelear…

Pero el poder de esa cosa era enorme. Pudo verlo, la famosa estela negra… la había visto muchas veces en acción dirigida hacia algún planeta, pero nunca hacia alguna persona y sintió furia al ver como la pálida y delicada piel de su hermana se estremecía al sentirla sobre su cuerpo…

Fuuze gritaba, era como observar una película, sin poder lograr evitar lo que sucedía en frente de sus ojos, pero entonces fue que lo vio… un brillo intenso que emanaba de la frente de su hermana, un brillo que posiblemente ella no reconoció, pues no hizo señal de sorpresa, y por lo que ella comentó antes de morir, no sabía que un símbolo apareció en su frente, de hecho no podía distinguirlo, pero era muy brillante, después… vio como logró lanzar su ataque hacia la sombra y huir…

Nuevamente ese color tan puro apareció, su hermana se desvanecía en un vapor blanco, demasiado blanco para su gusto… algo había pasado, desde el momento en que ese brillo salió de su frente, sus poderes habían cambiado, no sólo de color o magnitud sino de esencia…