𝗣𝗥𝗜𝗡𝗖𝗘𝗦𝗦 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗛𝗨𝗡𝗧
❪ los suicidas no solo obedecen
al afán de venganza... ❫
━ 🥀 ❛ los dioses no tienen
piedad, por eso son
dioses ❜
Es sorprendente lo que
un desliz de locura
...
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❛ THESTARS IN YOUREYES❜ ❪ chapter eleven ❫
❛ las estrellas están hermosas ¿no es cierto? ❜
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❪ khaleesi ❫
PERCY POR FIN HABÍA ENCONTRADO ALGO EN LO QUE ERA BUENO DE VERDAD. El Vengador de la Reina Ana respondía a todas sus órdenes. El imbécil sabía qué cabos tensar, qué velas izar y en qué dirección navegar. Avanzábamos entre las olas a unos diez nudos, según nos dijo. Y lo bueno es que incluso comprendía qué velocidad era ésa. Para un barco de vela, bastante rápido.
Todo parecía perfecto: el viento a favor, las olas rompiendo contra la proa... Pero ahora que nos encontrábamos fuera de peligro, sólo conseguía pensar en lo mucho que echaba de menos a Tyson y a Ariel, a pesar de tenerla al lado nisiquiera me hablaba y por orgullo tampoco hacia lo mismo. Annabeth... Bueno no sé que decir de ella, me miraba como si estuviera en cama a punto de morir pero no decía ni palabra, de paso que no hablaba nada.
Desconfiaban de mí. Los tres. Y yo solo quería a Tyson de vuelta, él, tal vez por inocencia, no me habria ignorado, el me habría hecho reír.
Pero ya no estaba. Y tenía que vivir las horas que me quedaban con ello.
También estaba la inquietante situación de Grover y tampoco podía quitarme de la cabeza mis ganas de quedarme en la isla de Circe... Lo hubiese hecho y todo hubiese sido mejor para los chicos.
━━━━Es lo mismo que vas a hacer con esa diosa de pacotilla━━━━
En cierto punto tenía razón. Me había sentido tan bien en ese balneario que hasta la idea de quedarme en la isla me parecía un hermoso sueño lejos del dolor y el trauma que me invadían. Podría descansar allí, pero mi corazón masoquista no me permitía dejar a Percy convertido en una rata y mucho menos dejar esta misión a la mitad sabiendo que posiblemente todo se iría al carajo.
Y ahora me contaba no más de veinticuatro horas de vida. La idea de morir me dejaba un vacío en el estómago y en el alma tan repugnante que me quería lanzar por la borda para acabar con ese sentimiento de una buena vez. El dolor en mi pecho se incrementaba y la debilidad hacia que no pudiera levantarme ni cinco segundos porque las piernas me temblaban tanto que no podía sosteparme. Tosia petróleo cada vez más negro y mi boca sabía a sangre.
