|| living with him?! || h.v ; v.h

3: El chico de ojos grises 🌼

Una semana ha pasado desde que estoy en aquella mansión y aún no me acostumbraba. Mi madre parecía bastante cómoda en el lugar.

Pero yo no.

Aguantar la profunda mirada de Taehyung sobre mí no era algo cómodo.

Pero ahora me encontraba en mi cuarto pintando en un lienzo mientras escuchaba risas desde la habitación de al lado.

La habitación de Taehyung.

Taehyung.

—Debes estar bromeando, ¿no?. — mencionó Jungkook soltando una carcajada.

—No lo hago. — negué con diversión. — Debían ver su ropa, Dios, ¿como alguien puede vestirse así?

—Puede ser que simplemente no sepa de moda. — intervino Jin, quien tenía la cabeza en las piernas de mi pelirrojo amigo.

—Al menos si vivirá con nosotros debe ponerse algo decente, ¿no creen?. — les pregunté mientras le daba un sorbo a mi café frío.

Jin solo se encogió de hombros y Jungkook por su parte asintió.

—Pienso igual que tú, Tae.

— ¿Y cómo no? Eres un egocéntrico de mierda al igual que él. — Jin le dio un golpe en la frente, sacándole un quejido al contrario.

—Igual me amas. — le dijo este dejándole un tierno beso en los labios.

Rodé los ojos y decidí dejarlos en su pequeña burbuja de amor.

En la semana que había estado conviviendo con Hoseok solo puedo decir tres cosas:

1. En serio, en serio, le gusta el grupo Red Velvet.

2. Es guapo.

3. Tiene un pésimo gusto en la moda.

No es que esperaba a alguien tipo Christian Grey, pero al menos podría comprarse mejor ropa, y si le agregamos que tampoco tiene muy buena actitud.

Aunque yo tampoco soy un santo.

—¿Y cuándo nos lo presentarás, Tae?. — la voz de Jin me distrajo.

—Ah, no lo sé.

Justo al yo terminar de hablar dos toques se hicieron presentes en la puerta.

—Yo abro. — dije mientras me levantaba de la cama.

Abrí la puerta y efectivamente era Hoseok, con algunos rastros de pintura en su mejilla.

—¿Se te ofrece algo?. — le pregunté esbozando una pequeña sonrisa al ver lo para nada tierno que se ve aquel color amarillo en su cara.

—Tu mamá me mandó a decirte que si querías almorzar hay comida en la cocina. — me contestó mirando por detrás de mí, supongo que a mis amigos.

—Gracias.— le agradecí, él asintió y se fué.

—¡Pero si es de lo más tierno!. — exclamó mi alto amigo cuando cerré la puerta.

—Tampoco es para tanto. — dije restándole importancia.

—Es cierto, Tae, admite que es lindo. — dijo Jk esta vez.

—Sí, es lindo, pero no es mi tipo.

—¿Y quien es tu tipo?. — preguntó Jin. — ¿Alguien como Bogum?

Levanté la mirada y lo miré fijamente.

—No, él ya quedó en el pasado. — le dije, notanto como mi humor cambió repentinamente.

—Jinnie, sabes que ese tema no se toca. — lo regañó su novio.

—Es verdad, y lo siento, pero es que me enoja ver como te engañas a tí mismo diciendo que ya está en el olvido cuando no es así, Tae.

Me encogí de hombros.

—Me da igual. — confesé. — Sé que algún día lo superaré por completo.

Ambos se miraron y se quedaron en silencio.

—¿Se les antoja bajar a comer o quieren salir un rato?. — pregunté cambiando de tema.

—¿Y si hacemos ambas?. — preguntó Jin con una sonrisa.

—Ambas serán entonces.

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