Monocromo [Changlix]

Epílogo

El amor es algo que duele, eso es algo que todos saben. Seo Changbin y Lee Félix aprendieron eso de una manera diferente, su amor dolía cada vez que ellos mantenían contacto físico o algo así.

Ellos tuvieron que soportar los primeros meses de su relación escondiéndose de todos y sin poder abrazarse o besarse, pero aquello no fue un impedimento para que ellos siguieran amándose, por que nada era más fuerte que sus sentimientos.

Dos años habían pasado desde que ambos se habían conocido gracias a Hyunjin, el hermano menor de Changbin.

Dos años en los que nunca dejaron de amarse y aprovechaban cada ocasión que tenían para poder abrazarse o besarse.

En aquel tiempo, Chan y Seungmin se habían unido en matrimonio. Minho y Jisung están a nada de su boda. Hyunjin y Jeongin formalizaron su relación. Changbin y Félix ahora estaban comprometidos.

El azabache le había propuesto un día en el que los ocho regresaron al escondite donde solían ir cuando el mundo aun estaba sin colores. En aquel lugar le entrego el anillo y el pelirosa había aceptado felizmente.

Ambos se mudaron juntos a un departamento que quedaba cerca de la casa a la que se habían mudado Chan y Seungmin después de casarse.

Jeongin, Hyunjin, Jisung y Minho, por otro lado, seguían viviendo con sus padres. El segundo menor no podía mudarse con su novio por el simple hecho de que a sus padres no les gusta la idea; a los padres de Jeongin no les hacia gracia que su único hijo fuera homosexual, pero igual lo aceptaban por que lo aman.

-- Ayer Hyunjin fue a mi casa. Papá le dio un golpe en cuanto lo vio -- comento el pelirojo, haciendo reír a los demás

Ahora mismo, ellos estaban en su escondite, solo ellos ocho. Tal vez ya no debían esconderse de las personas, pero aquel lugar era muy significativo para ellos. Era donde por primera vez se habían reunido los ocho, donde Changbin y Félix habían empezado su noviazgo y era el único lugar en el que antes se podían reunir para ser ellos mismos.

-- Al menos agradece que aceptan tu relación. Pudieron haber negado que estes con Hyunjin –- comento Félix.

--Por cierto Félix. Papá pregunto que si podías ir a cenar mañana a la casa -- dijo Hyunjin.

Y aquel era otro tema. Meses después de que todo hubiese vuelto a la normalidad, se dieron cuenta de que el verdadero padre de Changbin seguía vivo. Resulta que el caso era similar de Chan, le hicieron creer a la gente que lo matarían pero al final resulto que lo reclutaron como militar.

Fue un día en el que los ocho amigos estaban en casa de Changbin y Hyunjin cuando la puerta fue repentinamente tocada. Jeongin había sido quien abrió la puerta, pero al no reconocer a tal señor, decidió que Changbin le atendiera.

El azabache reconoció inmediatamente a su padre en cuanto lo vio, al principio Changbin se negaba a creer las palabras de este, pero cuando la historia fue contada, todos le creyeron. Félix le fue presentado y este lo había aceptado felizmente como su yerno. Claro que el señor Hwang y su padre no se habían llevado muy bien en cuanto se conocieron, la madre de los chicos fue quien se llevo peor la noticia.

-- Estoy feliz de que por fin todo sea normal –- dice Jisung observando el cielo azul

-- Yo igual, realmente es más bonito el mundo así – responde Minho.

Entre todo el amor y amistad que se tenían los ocho, habían logrado llenar aquel mundo de color. Llenando aquel arcoíris los siete colores que se presentaba en el cielo desde el rojo como aquella sudadera que junto al naranja como la silla en la que traía puesta Seungmin estaba sentado Minho, el amarillo como el rubio cabello de Hyunjin y Jisung, el verde como aquel pasto en el que Changbin esta recostado, azul como el cielo que tanto le gusta admirar a Félix y el índigo como los arandanos que comía Chan hasta el morado como aquellas flores que tanto le gustaban a Jeongin.

Entre los ocho habían logrado salvar a todos aquellos a quienes aman aun si tuvieron que sufrir un poco en el proceso.

Ellos se asegurarían de nunca más dejar aquel mundo con una gama de un color monocromo

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