II - Como una tragedia de Shakespeare

12 3 0
                                    

El aroma a canela del incienso me hace sentir relajada como de costumbre, mi lugar favorito en el mundo, el despacho de Demian Bodhert, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Harvard, donde curso mi fatídico primer año.

__ ¿No crees que ya es tiempo de que me digas quien es la persona que hace de tu vida diaria un infierno?_ Inquiere extendiéndome mis viejas gafas que creí perdidas.

__No serviría de nada_ le respondo resignada mientras me las coloco.

__¿Acaso dudas de mi?_ su expresión decepcionada me parece tan tierna, hace que me sonroje

__ No, claro que no_sacudo efusivamente mis manos sintiendome nerviosa_No... no se trata de eso_ bajo mi manos a mi regazo y termino la oración blabuceando, mirando a mis pies

__ Es que esto no puede seguir así, tal vez debería hablar con tu padre y ...

__ Oh no, por favor_ le suplico volviendo a mirarlo

Si le contara sobre esto a mi padre sería horrible, después de todo el padre de Dania, mi tío, es el mismísimo rector de la universidad. Lo último que quiero es causar problemas en vano, además estoy acostumbrada a los abusos de mi prima

__ Aria, no me gusta verte sufrir_ me toma de la manos con cariño_ sabes que te quiero, que quiero protegerte, si tan sólo me dieras la oportunidad de hacerlo.

Demian es también mi primo, hijo mayor de mi tío Benjamín, y hermano de Dania. Siempre estuve enamorada de él, aunque compartamos lazos de sangre y sea 11 años mayor que yo. Se que es una relación imposible, más ahora que es nada más y nada menos que el decano de mi facultad, pero ¿Quién pone reglas a sus sentimientos?

Hace poco el me confesó que siente algo por mi, pero por miedo le dije que no podía corresponderlo. Es como una tragedia de Shakespeare, que irónico.

__ Demian, ya hemos hablado de esto_ señalo separando gentilmente nuestras manos.

__Lo sé, pero al menos déjame que cuide de ti, somos... familia al fin y al cabo_ recuerda con la mirada angustiada, el corazón se me parte.

__ Si, eso es lo que somos, familia_ murmuro sintiendo un hueco en mi pecho.

Suena la campana que da fin al horario del almuerzo, pero los dos nos quedamos en silencio unos segundos, hasta que por fin me levanto de la silla y lo miro a los ojos, el hace lo mismo. Sus pupilas dilatadas y sus iris como el cielo me penetran el alma, una lágrima recorre mi mejilla, la seco rápido para que él no lo note y le sonrío.

__ Será mejor que me vaya, tengo clases ahora.

__Claro ¿Quieres que te espere para llevarte a casa?

Se que a mis 17 años ya debería tener un auto, pero le tengo pánico a esos trastos, no me creo capaz de conducir uno en mi vida, ni tampoco me subiría si no es alguien de confianza quien lo maneja.

__No te preocupes, papá viene por mi_  miento

De hecho mi padre me dijo que hoy no podría venir a recogerme, que debía pedirle a Demian que me llevara a casa, como lo ha hecho otras veces, pero hoy no me creo capaz de compartir otro momento incómodo con él en un espacio tan reducido como lo es un coche.

__Bien, hasta mañana entoces.

__Hasta mañana.

Me coloco la mochila al hombro y salgo en dirección a mi clase de Biología

Las Alas Del Pudor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora