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C A P I T U L O 2

❝Mantén tu cabeza en alto, mantén tu corazón fuerte.❞

➳➳➳

[PUNTO DE VISTA de TN___]

El camión llegó y se detuvo mientras la puerta se abría. Fuertes pasos podían escucharse moviéndose contra la grava(*). Estaba sentada en la esquina, escondiendo mi cabeza con mi largo marrón cabello. De repente el maletero se abrió y la luz vino junto a su voz.

"Despierta bella durmiente." Dijo la alegre voz de Ethan.

Él estaba disfrutando esto. Ese bastardo. Volví mi cabeza para mirarlo y él sonrió vilmente antes de llegar a mí. Sus fuertes manos agarraron mis tobillos y tiró de mí hacia él. Grité un poco sorprendida y empecé a pegar su duro pecho cuando intentaba acercarme más hacia él.

"¿Puedes parar? Estoy intentando ser amable aquí, pero tú no estás ayudando en absoluto." Dijo, dejando escapar un suspiro y luego me levantó del suelo y me puso sobre su hombro. Cerró la puerta con su otra mano y le hizo un gesto al otro hombre, Steve era su nombre, para que lo siguiera.

Permanecí quieta y no dije nada. Me di cuenta que no valía la pena, ya era muy tarde. Estábamos fuera de la Casa de Muñecas y no había nada que pudiera hacer. Estaba derrotada.

Ethan golpeó la gran puerta de madera tres veces y ésta se abrió, dejándonos pasar hacia interior del lugar que siempre vi en mis pesadillas. Todo estaba tal como lo recordaba y allí en la parte superior de la escalera estaba el mismo y único, Alexander.

Fui tirada brutalmente en el piso de mármol y soporté mi cuerpo con mis manos mientras mi cabeza se dirigió hacia Alexander, que bajaba las escaleras lentamente y con gracia. Su pelo negro estaba cepillado perfectamente, aparte de su cara y de que estaba vistiendo su usual traje azul marino y sus nuevos pulidos zapatos de marca. Sus ojos azules me estaban mirando intensamente y con una sonrisa siniestra en sus labios fue cuando vio cuan asustada estaba. Él se acercó hacia nosotros y arregló su corbata, sonriente hacia mí.

"Mira que tenemos aquí. Que placer, TN___." Exclamó y achiné mis ojos hacia él. Sus ojos se fijaron en Ethan detrás de mí y él negó con su cabeza hacia él.

"Pero Ethan, ¿qué te he dicho? Nosotros nunca tratamos a una dama mal." Lo regañó y me ayudó a levantarme sólo para que la palma de su mano choque con fuerza con mi mejilla segundos después. Me envió de vuelta al suelo, de nuevo.

"Al menos de que lo merezcan, por supuesto." Terminó, haciendo que los dos hombres rían. Mis manos estaban temblando, pero no era porque estaba asustada. Estaba furiosa.

"Te odio." Le dije.

"Sabes TN___, tus palabras me causarían daño alguno si me importara algo como te sientes." Respondió amargamente y jugó con el anillo de plata alrededor de su dedo que alguna vez perteneció a mi padre. Esa era la única cosa que tenía que recordarme sobre él y ahora ya no estaba. Me vio observando y sonrió.

"¿No es hermoso?"

No le respondí.

"Pertenecía a alguien que no se lo merecía. Este anillo era para alguien valiente y no débil y cobarde como Maxwell. Ahora está exactamente donde debería estar." Dijo, haciéndome sentir aún más furiosa.

No me gustaba la manera en la que se estaba dirigiendo para hablar sobre mi padre, en absoluto. Mi padre era un hombre decente, fuerte e inteligente su único error fue que confió de las personas incorrectas.

"¿Por qué estás haciendo esto?" Pregunté.

"Porque no soy un buen hombre TN___. En realidad, estoy lejos de ello." Dijo con una mirada severa y miró por encima de mí a Ethan.