¿Qué hubiese pasado si Instagram hubiera existido en tiempos de Howgarts? ¿Si este fuera un medio para enterarse de lo que pasa en la escuela?
¿Qué pasaría si un día Hermione Granger tuviera un seguidor poco esperado?
¿Esto será el inicio de algo...
Sentí una mano rodear mi brazo y me di cuenta de que ya no había manera de escapar
—Hola —La voz de la castaña se hizo presente con un tono entre dulce y al mismo tiempo divertido.
—Hey— fue lo único que repare a decir, todos casi al instante posaron sus miradas en nosotros, no dire que me sorprendió porque básicamente todo el verano me llegaron publicaciones, mensajes e incluso lechuzas preguntando por mi estado civil.
Y aunque quisiera haber respondido a las peticiones de que hablara de mi vida sentimental... yo tampoco tenía muy claro que pasaba, estaba consciente de que no podía solo salir y decir "Oh si, me gusta Hermione" no, no se puede.
Quizás cuando empezó todo esto en cuarto año y era un adolescente todo ciego, no hubiera habido tantas consecuencias, digo, todo Hogwarts hubiera estado shook pero no hubiera pasado de unas cuantas lechuzas por parte de mi madre pidiéndome ser discreto para evitar los enojos de mi padre.
Quizás lo debí haber hecho entonces, porque desde que Voldemort apareció frente a Potter perpetrando la muerte de Cedric... mi vida dejó de ser solo la de un niño mimado de sangre pura que creció con las ideas de su padre, ya no era así.
Ahora yo estaba de lado de los malos... y me había costado mucho el darme cuenta, no me excusare diciendo que todos estos años de maltrato y desprecio son culpa de alguien más, porque no lo son, yo los encabece y no temía en esconderlos, pero era aquello con lo que toda mi vida había crecido, a mi me enseñaron a odiar.
Pero no te puedo odiar, Hermione.
—Deberías venir a saludar —El tiro de mi brazo me había sacado de mi burbuja de pensamientos. Me temía perfectamente que ella sería lo suficientemente persuasiva como para arrastrarme con sus amistades.
Si le preguntas a alguien que es lo primero que se le viene a la mente al escuchar "Draco Malfoy" sería algo como "Orgullo" y mi subconsciente sabía perfectamente que yo le debía más de una disculpa a la pandilla de Potter, ya lo había hecho con Hermione, pero no era lo mismo que a quien durante años pensaste que sería tu peor enemigo.
Cuando menos lo esperaba ya me encontraba a 10 metros de lo ubicación original, frente a un grupo de cabecitas pelirrojas y un pelinegro.
Todos me miran con desconfianza, menos la pequeña Weasley, supongo que en este punto, ella debe saber cosas de mi que prefiero no averiguar.
—Saluden o les pego —Esta ultima había sido la que había roto la tensión, sentía la mano de Hermione por debajo de mi codo y estaba seguro de que Weasley lo estaba observando fijamente.
—¿Qué tal el verano? —Todos volteamos la mirada hacía Potter, ¿neta no le cansa ser tan buena persona? Parece que dejo de lado los últimos 4 años de constante pelea y me saluda como si fuera aquel chico nuevo que se sienta al fondo del salón, tan amigable que me daban unas ganas de rodar los ojos, pero debía de tomar la oferta.
—Bastante aburrido siendo honestos, lo único que me emocionó fue el anuncio de la nueva liga —Respondo casi como si hubiera sido Blaise el que hubiera preguntado, es el único en mi grupo de amistades que le gusta el quidditch casi tanto como a mi.
De repente todos asintieron estando de acuerdo.
—¿Vieron el modelo que traía Cruise en los ensayos? Menuda escoba que se carga —Weasley agregó.
Wow... ¿esto es conversar? De repente empezamos una pequeña discusión de quidditch, Potter mencionaba cómo está liga iba a contar con uno de sus jugadores favoritos, Weasley contaba como debería la escucha actualizar sus reglas a las jugadas actuales y Ginny estaba más que segura que su equipo nos iba a ganar... digamos que con esta última aposté una que otra cerveza de mantequilla.
Hermione era la más ajena a todo eso, su poco interés por el quidditch no era algo nuevo, pero cuando menos me di cuenta había dejado de rodear mi brazo, ahora solo nos miraba con una sonrisa en el rostro, como si estuviera orgullosa.
Venga Granger, que ganaste esta vez
Nota de autora:
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