>| 1 |<

13 1 0
                                    

     —Ya casi...—. Una pequeña niña trata de alcanzar una bolsita con unos cuantos globos largos, estos están sobre una caja arriba de un ropero. Saltando sobre la caja logra al fin obtener dicho objeto. —Lo tengo—. Aun sobre la caja pasa a un armario al lado del otro mueble y saca un bombín. —Bien—. Con todos los objetos se deja caer en la cama, cayendo de trasero, para acto después sacar un globo de color azul y empezar a inflarlo con el aparato rojo. Tras unos pocos minutos de inflar, pedir a alguien que amare la boca del y hacer una especie de nudo, acaba por hacer una espada humilde, pero con eso le bastaba.

     Esta sola en su mundo, derrotado a monstruos que se cruzaran a su vista ficticia y derrotando al mal de ideología plana y simple, pero que era suficiente para que un niño acabara con ellos. Esas aventuras son monótonas, y solo bastaba con mover la espada sin gracia para acabar con los bichos vacíos y sin toque, además de estar quieto, tampoco hay alguien a quien salvar, ni si quiera a la típica princesa.

     Después de todo la cabeza de la pequeña protagonista es limitada.

     En otros días les pegaba a las visitas con las espadas que hacía, o batallaba con sus primos sin un premio a ganar, todo es únicamente para pasar el rato. Así fueron esos días de la infancia hasta que llegaron nuevas distracciones, distracciones que ampliarían su mente al futuro.

»|La Espada de los Sueños [Piloto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora