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"Por favor, despierta, ¡heroína del otro mundo!"

—Un isekai...—. La joven despierta de a poco junto a ese susurro. Esta recostada en una cama de un aspecto elegante y antiguo, y al ver a su alrededor nota que está en una habitación amplia digna de un príncipe, y no estaba equivocada su idea, al lado de la cama esta un chico de cabello largo y blanquecino, "anda, pelito blanco, bakan" pensó.

—Señorita...—. Habla ese príncipe.

—¿Seguro que es una chica?—. Parece que hay una segunda persona en la sala. —Puede que sus pechos sean falsos.

—¿No serás un poco cruel?

—Que va, ya sabes que no soy de tener amigos.

—Ah...—. La joven se levanta y fija su mirada hacia los jóvenes que hablan, o al menos uno es un joven, el otro es una especie de llama negra y verdosa.

"Anda... Un niño y un bicho de fuego, son lindos... Y YO UNA COSA FEA, NO MEREZCO VERLOS".

—Hola, heroína del otro mundo—. Empieza a hablar el chico.

—¿Heroína?—. No comprende nada.

—Si, mis padres te invocaron.

"Nada mal, pero solo soy una otaku friki hípster con olor a patita".

—Pero... ¿Y por qué yo entre tanta gente que pueda haber en mi mundo?

En chico guardo silencio, al parecer no sabe el porqué de eso. Aunque no tardo en ver al ser de llamas oscuras y dejarlo en sus manos, tras eso y susurrar unas cosas entre ellos ofrece a ese ser a la recién llegada junto a una sonrisa.

—Tal vez aun no nos conocemos, pero te dejo a este idiota—. Parece que la flama le dio una patadita a la mano del joven del cabello largo. —Y bueno, em... ¿Nos presentamos?

—S-Si...—. Soltó tímidamente la única chica presente.

—Entonces empiezo yo, ejem—. "Le salió tierno el ejem al petiso" pensó la muchacha. —Hola, mi nombre es Merlín, príncipe de estas tierras y heredero al trono, y este bicho que vez aquí es Madox.

—Bicho tu abuela.

La joven se ríe. —Me cayeron bien, bueno, mi nombre es Phoenix, un gusto.

—El gusto es nuestro—. Dice Merlín por parte de los dos.

Tras aquella presentación los tres se quedaron hablando. A la joven del otro mundo le sorprende que el menor sepa bastantes cosas, entre esas cosas le contó la tensión entre los Ángeles y los Demonios, de que sus padres son ángeles, y de lo que pasaría si se desatara una guerra entre ellos "O sea... Quieren que cierre esta disputa, ¿quieren paz, quieren guerra? Y, sobre todo, ¿Solo para eso me invocaron?", es lo primero que pensó tras escuchar los motivos de su estancia en este lugar.

—Por cierto, Phoenix, ¿A que bando vas a ayudar?

—¿Ah...?—. Le descoloca un poco la pregunta. —Supongo que cuando tus padres me hablen me dirán que apoye a su bando, pero... Me llama más apoyar a los Demonios

—¿Enserio?—. Suena ilusionado, incluso casi acaba sobre la chica.

—S-Si...—. "Su rodilla está cerca de mi entrepierna ayuda-"

—¡Amor! ¿¡Escucharte!?—. Suelta al aire.

—¿Ah?—. La visitante está bastante confundida.

—Lo hice—. Hasta ahora se escucha la voz más masculina del lugar, tras que buscase con la vista la chica encuentra a un hombre de cabellos desordenados y cuernos saliendo de debajo de la cama.

»|La Espada de los Sueños [Piloto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora