Cry Baby.

peter

  --No se que es lo que hago mal...

  --Bajaron mucho tus notas, Peter.-El director entrelaza sus manos sobre la mesa. --¿Esta todo bien en tu casa?

Peter baja la mirada, mientras la voz del director cambia a un sonido agudo que se va alejando poco a poco, no sabe porque pero siente como si su vista se cerrara. No ve por los rabillos de los ojos, como vista de túnel, uno que cada vez es más estrecho y oscuro.

Cuando finalmente está apunto de consumir sus ojos, vuelve a escuchar la voz del director.

  --Peter, te quedaste en blanco.

  --Si, director, todo está bien en mi casa.-Su boca hace una leve desviación formando algo parecido a una sonrisa.

*

Lo hace con algo de pena, varios chocolates, bebidas azucaradas, papas fritas, caramelos. Toma dinero de su bolsillo y la cajera le entrega todo en una bolsa.

Al salir de la tienda, Peter pide el bus en la parada. Sube y vuelve a escuchar su música preferida.

Le gustaba la playa, la soledad en ella. Son apenas las 10 de la mañana y esta fresco.

Tiene ganas, está ansioso, quiere abrir ese paquete de papas y devorarlo pero se contiene, no quiere que lo juzguen por su forma de comer.

Al llegar a una plaza cercana a la playa, baja del bus. Camina hacia la arena, baja los escalones, y llega.

Se quita sus zapatos y se sienta. Abre la bolsa y empieza comer paquete tras paquete, con hace con voracidad, solo es gula. Quiere esos cinco minutos de placer.

Y cuando termina, todo vuelve. La culpa, la ira, la decepción y toda la mierda de su cabeza.

Ahora se arrepiente de haber comido todo eso, así que... introduce sus dedos todo lo que puede en su garganta y se provoca el vómito.

Toma su bolsa de plástico y escupe todo, le arde la nariz y el paladar, el sabor es asqueroso a comparación de cuando entro. Tose varias veces y trata de escupir toda la saliva con el sabor posible.

El aroma le provoca arcadas pero no sale nada, cierra la bolsa y se pone de pie para ir a tirarla a la basura.

*

  --¿Donde has estado?

Peter la evita pasando de su lado.

  --¡Peter!

  --Que te importa.

Pepper escuchaba su voz seca y fría. Se acercó a él. --Peter.-Intenta tomar su brazo pero se aleja. --Escuchame.

  --¡Ya déjame en paz!.-Grita pero de inmediato se arrepiente por la expresión asustada de ella.

Corre a su habitación al tener arcadas. No logra llegar cuando cae de rodillas con sus manos al suelo, sin embargo no sale nada de su boca.

Siente un vacío en el estómago pero no tiene apetito. Entra a su habitación donde se lanza a la cama, abrazándose a la almohada y sintiendo un nudo en su garganta. Solo desea dormir en paz.

*

Desperto a las dos de la mañana, vaya, casi doce horas de sueño. Aunque, no podía recordar nada, durmió y despertó en un segundo.

Aún así, se sentía increíblemente cansado, sin deseos de nada.

Francamente, hubiera deseado no volver a despertar.

En la mesita de a lado, había un plato con pollo y arroz, junto a un vaso de agua. Sin pensarlo más, se abalanza a comer rápidamente, solo desea tener todo en su estómago. Poco le importaba si estaba frío. Al cabo de cinco minutos, termina y bebé el agua.

  --Oh carajo...

Su espalda se arqueó, siente como si le hubieran jalado desde adentro y vomita todo al lado de su cama. Llora mientras lo hace, está harto de ello.

  --¡Ya, ya, ya!.-Solloza jalando su cabello. Empieza a soltar golpes con sus puños cerrados a su rostro. Siente que se lo merece por desperdiciar la comida. --¡Ya basta! ¡BASTA!

Grita tan fuerte que le ardió la garganta, escucha la puerta abrirse y es Pepper, le ve asustada y preocupada. Su sobrino se está golpeando a sí mismo, gritando y llorando.

Se acerca a él y lo abraza. --¡Calma, Peter! ¡Calmate!

  --¡No! ¡Estoy harto!

Pepper escucha sus intensos sollozos. Intenta nuevamente jalar su cabello pero ella le toma las manos evitandolo. Ve el rostro rojo de el chico, lleno de lágrimas y sus mejillas inflandose tratando de respirar con calma.

  --¿Que te pasa? ¿Por qué actúas así?...-Murmuro con voz suave pero preocupada.

  --No puedo más... soy un fracaso...-Dice con voz temblorosa. --No se que hago mal... siempre termino arruinando todo...

  --No, Peter. Ni eres un fracasado ni estás arruinando nada.

  --Si. Ni siquiera puedo poner un pie en la escuela porque me siento... atrapado, incapaz, empiezo a...-Su pecho sube y baja rápidamente. --Sentirme mal...

  --Calmate, respira.-Solto lentamente sus muñecas, alerta a que no volviera a golpearse. --No vuelvas a golpearte. ¿Por que lo haces?

  --Porque me lo merezco.

  --No, Pet. No vuelvas a hacer eso.

Peter sentia que si, ese impulso era como una comezón, algo imposible de controlar. Sentia algo creciendo en medio de su cabeza indicándole castigarse.

  --Voy a conseguirte ayuda.

El chico enseguida nego. --No, no, no.

  --¿Por que, no?

  --No quiero. No quiero irme de mi casa.

  --No específicamente tienes que irte de aquí. Pueden venir personas a ayudarte.-Toma su rostro, haciendo que lo mirara. --¿Me entiendes, Pet? Necesitas ayuda.

Peter la miró nervioso. No quería conocer más personas, no quería medicamentos, no quería ayuda.

*

  --Fue diagnosticado con depresión, bulimia y posibles ataques de ansiedad heredados del padre.-Dice el médico con voz suave.

  --¿Hay forma de internarlo?

  --Es posible si él puede ser una amenaza para si mismo o para las personas a su alrededor. ¿Ha visto alguna conducta violenta en él?

Pepper recordó la vez que lo miró golpearse el rostro con puños. --Si. Él...-Su voz se empezó a quebrar. --Se golpea, hace puño sus manos y se pega en el rostro.

  --Eso puede ser por una conducta violenta debido a culpa. La víctima siente que merece sufrir eso y por eso recurre a las auto lesiones.

  --Entiendo. ¿Hay algo que podamos hacer?

  --Si quiere que lo internemos, necesitamos autorización de sus padres o tutor.

Pepper supo que ahí habría problemas. Seria difícil hablar con Tony y Steve.

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