capitulo 20 -Su chica

226 75 4
                                    

—Así que tu y John están juntos.—Repite Samantha cortando el silencio que nos rodeaba a los cinco, con una risa burlona en su rostro.

No fui capaz de hablar, él no lo hizo ,y yo no sabía que responder, que decir.

—¿Éso es cierto darling?—Le pregunta al ver que yo no contesto.

John se queda mirándome, mirándome con esos ojos claros que me provocan mil y una sensaciones cada vez que los veo, pero no habla, aún sigue en silencio, su mirada se separa de la mía y solo camina a su habitación.

—Eso lo tomo como un no.—Dice Samantha en tono burlón y sus amigas se ríen a su lado.

Sigo a John hasta su habitación.
—¿Podemos hablar?—Digo cuando el hambre la puerta de su habitación.

Él camina dentro de la habitación y se gira hacia mí como señal de que puedo pasar, entro y cierro la puerta detrás mío.

—¿No me hablaras ahora? ¿No piensas hablarme?—Digo algo enojada, su silencio era incómodo, me ponía ansiosa.

Él se sienta en su cama y sus ojos esta vez no están en mí, están en el piso, solo mira el piso en completo silencio, su mirada se vuelve hacia mí y veo algo de tristeza en ella.

—John yo...—No encontraba las palabras exactas.

Él se levanta y se detiene justo en frente mío, sus ojos rondan los míos, mis labios y luego vuelven a mis ojos, no sabía que decir no sabia que hacer, solo tome su rostro en mis manos y lo besé, presione sus labios con los míos en un solo impulso, la única forma de hacerle sentir como me sentía de impotente era besandolo, al principio sus labios no se movían, pero eso no me detuvo, y mantengo mis labios con los suyos, sus labios se entre abren y intensificó el beso, sus manos se posan en mi cintura y las mías rodean su cuello, lo beso tiernamente, lentamente, puedo sentir sus ricos labios, cada detalle de ese beso que provocaba mil cosas en mí, me detengo unos segundos apartando levemente mis labios de los suyos.

—Lo siento.—Digo mirándolo a los ojos aún sintiendo sus labios rozar los mios.

Una leve sonrisa se planteó en su hermoso rostro, una tierna, una que hacía latir mi corazón a mil.

—Candace.—Dice rozando su nariz con la mía. Su voz, varonil y algo aguda, su gruesa voz se sentía tan cálida en mis oídos al escucharlo decir mi nombre.

Cuando voy a besarle otra vez, nuestros teléfonos móviles nos interrumpen, los dos lo revisamos al mismo tiempo
Era un mensaje anónimo.

Nuevo mensaje.
Desconocido...
fiesta en el salón multiusos hoy a las diez.

—¿Una fiesta?—Digo volviendo a guardar mi celular.

—Sí, una fiesta.—Dice haciendo lo mismo.—¿irás?—Me pregunta tomándome de la cintura y pegándole a él.

—Nos debemos una fiesta.—Digo rodeandolo por el cuello, sonriente.

—Sí, creo que si.—Dice acariciando mi mejilla.

—Bien...me voy, debo arreglarme para una fiesta y ya son las ocho, una mujer siempre necesita mínimo una o dos horas para arreglarse.—Me aproximó a sus labios haciéndole creer que lo voy a besar pero me regreso y solo rozó sus labios con mis dedos.—Nos vemos en una hora.—Digo caminando hacía la puerta, el me toma de la cintura y me gira hacía él.

Ojos De Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora