Desperté con una resaca me tuve que ir a dar un baño para quitarme lo mal que me sentía aparte iba tarde a la oficina.
Llegue tarde mi jefe me reclamo que porque la tardanza que debía dejar de tomar que mi carrera está colgando de un hilo y que buscará uno nota importante.
Entre el dolor de cabeza por la resaca y la presión de mi jefe, recordé la misteriosa llamada.
—¿Será que la llamada de anoche fue de verdad o solo me la imaginé?— me preguntaba a mi mismo
Llegó la noche y sin tener que perder me dirigí al bar que era lo peor que podía pasar si mi carrera ya se estaba llendo a la mierda, llegue y comencé a mirar a todos lados un poco desorientado y de pronto.
—Periodista por aqui— se escuchó
Me le acerque era un chico de no más de unos 25 años, alto, ojos verdes, cabello castaño y algo apuesto
—Sientece fui yo quien lo citó, por cierto soy Lucas— dijo mientras alzaba su copa
—Al grano ¿Como sabes quién es el asesino? Dime su nombre— le dije con un tono amenazante.
—¿Que pasó con los modales?— pregunto con sarcasmo.
Me senté y le pedí disculpas.
—Dime ¿quién es el asesino? y ¿Cómo lo conoces?— pregunté con más delicadeza.
-Si ve como cambian las cosas, el asesino soy yo- dijo mientras bebía un trago de su copa.
-ME HACES PERDER MI TIEMPO SI HUBIERA SABIDO QUE ERA UNA MALDITA BROMA NO HUBIESE VENIDO- dije eufórico mientras me levantaba.
—Sientate y escucha lo que te voy a contar y entenderás todo y el porque te estoy confesando esto, no tienes nada más que perder te aseguro que está nota te hará volver a la cima— dijo todo calmado mientras me agarraba fuerte de la mano.
Me senté después de todo el tenía razón mi vida mi carrera se estaba llendo a la mierda.
-Saque su libreta y tome apunte- dijo con un son burlón.
Comenzó a contarme su historia.
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No he sido muy afortunado que digamos, cuando yo tenía 7 años mi padre en un arranque de celos asesino a mi madre y luego se suicidó.
Mi hermana con apenas 13 años se hizo cargado de mi dejo de estudiar para trabajar y poder traer algo a la mesa y que yo pudiera estudiar ella era lo único que tenía la amaba durante dos años no hubo día que ella no estuviera a mi lado.
Hasta que un día al llegar de la escuela encuentra una nota en la mesa que decía.
—Hoy haré doble turno llegaré tarde en la refri está la comida solo ponla en el microondas a calentar y harás tus tareas—.
Cogí calenté mi comida hice mis tareas, ya era de noche y ella no llegaba del cansancio el sueño me venció y me quedé dormido esperándola, al despertar al siguiente día ella no había llegado aún había algo de dinero y fui por algo de desayunar mientras desayunaba tocaran la puerta pensé que talvez era mi hermana que se había olvidado de las llaves así que me dirigí a la puerta y al abrirla era una de las vecinas con lágrimas en los ojos.
—Lo siento pequeños Lucas— dijo mientras lloraba y me abrazaba.
Yo no entendía nada no sabía que le pasaba.
—¿Que pasó? ¿Porque está llorando?— pregunte algo desorientado.
—Hoy por la mañana encontraron a tu hermana muerta— dijo.
