•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓: ¿𝐃𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚?•

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Leah camina hacia su casa, cuando llega, pone el pin de entrada en la puerta y se abre. Leah entra y cierra la puerta, sube las escaleras hacia su cuarto, revisa que no haya nadie, abre un cajón que se encuentra en la base de su cama, dentro del cajón hay una pequeña caja con un código de seguridad, Leah coloca el código y la abre.

Leah: (aliviada) Ah, que bueno que sigue ahí, cada día está más cerca de ser descubierta.

Leah, desde pequeña, escondía una pistola en esa caja, nunca había llegado a usarla pero la tenía ahí por si llegaba el momento.

Leah escucha que alguien está entrando a la casa. Adalis llegaba hasta tarde, casi al anochecer, y apenas iba a ser medio día, así que Leah tomó su pistola y bajó cuidadosamente por las escaleras, se asomó y solo vió a Adalis. Rápido sube de nuevo, cuerda la pistola en la caja y cierra el cajón.

Leah: ¡Hola, mamá!

Adalis: ¡Hola hija! ¿como ha estado tu día?

Leah: Bien, nada fuera de lugar, por cierto, ¿Por qué tan temprano?

Adalis: Ah eso... Perdón hija... Me despidieron (agacha la mirada y corre una pequeña lágrima por su rostro)

Leah: Oh...

Adalis: Pero no te preocupes, vamos a salir adelante como siempre, mi vida.

Leah: Supongo que puedo ayudar con algo, no sé... Tal vez puedo vender en la escuela, pero todo con tal de ayudarte (sonríe)

Leah le enseña una sonrisa sincera a su madre, y ésto la tranquiliza un poco.
Al día siguente, Leah se arregla, esta vez se levantó más temprano, porque iba al supermercado a comprar algunas cajas de cupcakes para venderlas. Toma las llaves de su coche y se va. Después de salir del supermercado, Leah se dirigió a la escuela, estacionó el coche, bajó su bolso y las cajas de cupcakes.

Al final del día Leah no obtuvo muchas ganancias, esto la puso algo triste y en la tarde le ofreció a sus vecinos, pero no le compraron nada. Leah se convenció de que no iba a obtener ganancias de esta forma y buscó otra manera.

Al día siguente, en la escuela, Leah vió a un par de chicos hablando en el rincón de un pasillo, los chicos usaban hoodie, no se les podía apreciar la cara a simple vista, ella se les acercó.

Leah: ¡Hola!

???: Pero que chica tan bonita (la mira de arriba a abajo) ¿Qué es lo que se le ofrece?

Leah: (sonríe) Bueno, necesito dinero, y he escuchado rumores de que tú vendes-

???: Baja la voz que nos pueden escuchar, niña (Le cubre la boca a Leah con una mano). Y sí soy distribuidor de drogas.

•---ᴛʜᴇ ᴄʀᴀᴢɪᴇꜱᴛ ʟᴏᴠᴇ ꜱᴛᴏʀʏ---•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora