En la sala de una gran casa se podían escuchar balbuceos.
El pequeño Lee ChanHee, hijo de Lee JuYeon, se encontraba jugando con sus ositos de peluche.
-Channie. Ven aquí pequeño.- JuYeon se agachó para quedar a la altura de su bebé que rápidamente gateó hacia el. JuYeon besó delicadamente las suaves mejillas de su niño mientras lo llevaba a la habitación.
El pequeño ChanHee solo balbuceaba mientras su padre le ponía un abrigo y preparaba la pañalera.
-Vámonos, pequeño.- JuYeon llevó a su hijo al auto y lo sentó en el asiento de bebé y se aseguró de que estuviera cómodo.
Encendió la radio y puso el cd de música infantil que tanto le gustaba a su bebé.
Mientras conducía, brevemente miraba a su hijo que soltaba balbuceos tratando de cantar.
Todos los que conocían a JuYeon podían decir que era un padre ejemplar pero todos necesitamos tomarnos un poco de tiempo para nosotros mismos, y así como los amigos de JuYeon decían que era un gran padre, igualmente decían que necesitaba buscar pareja.
Pero JuYeon no quería dejar a su niño en manos de cualquiera.
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