Lois Lane , Aquaman. los dulce 18

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luis siempre fue hermosa, tanto que en su juventud  Bruce Wayne  y su esposo  pelearon por ella, tanto que  incluso el rey de Atlantis  salio una o dos veces con ella, claro que el corazón de Lane pertenecía a superman y mas especifico a Clark Kent, puesto que pese a todo se  enamoro de ambas versiones de su esposo, y saber que era la misma persona le habia quitado un peso de encima, y el tener ahora en camino a su siguiente hija la hacia estar sentimental ante  la edad de la madurez de su pequeño bebé.

-vamos Lois solo  estan llegando tarde por una mision- intento calmar el esposo

-lo se, pero  son  aun muy jovenes, ahora deberían estar comiendo pastel y riendo- busco apoyo con Selina quien  estaba  preocupada pero  lo manejaba mejor

-deberían pero son igual de tercos que nuestros esposos, solo nos queda esperarlo,  veras que estaran bien - calmo un poco selina,  la mujer gato siempre había sido hábil calmando a otros y mas cuando sospechaba que algo mas  ocultaba Diana pues al ser amigas  conocía sus mentiras, si fuera por una misión ella misma se metería en ella  terminarían rápido y ya estarían llegando pero no fue asi, algo pasaba y ya intuía que era.

-bueno ahora ya están llegando- informo un serio batman 

todos se escondieron a sabiendas que ya no era una sorpresa pero era mas por tradición, una muy estúpida a ojos de Damian pero  tradición al final del día, la llegada fue  celebrada por todos, el joven kent  lucia alegre contrastando con el deje  amargado o doloroso del joven Wayne,  y  el de orbes verdes agradeció que la atención fuera para super boy, puesto que su retaguardia dolia por  el sexo salvaje, el recordatorio lo hacia ponerse rojo, pero  aun así  no daba  pistas de su reciente... despertar sexual, se acomodo en una silla lejos de la multitud, lejos de ruido que tanto odiaba, y lejos de su amado Jon  porque  lo amaba pero aveces solo quería estar sentado con sus pensamientos.

-hola- saludo un rubio de la edad de Jon, ojos azul mar, mas profundos y oscuros que los de jon, y una sonrisa que podría derretir hasta a Killer Frost, pero no a Damian

-hola AquaBaby- saludo con sorna sabiendo las intenciones de Arthur III,  y esque el rubio llevaba uno o dos años tras el  wayne

-sabes que soy el nuevo aqualad, - intento enojarce pero ver a damian siempre hacia que su corazon latiera, y era cierto que era el primogenito pero podria renunciar ala corona y dejar todo a sus  hermanos pequeño si Damian le daba un si-  estas bien ?- pregunto al no verlo con el desagradable Jon 

-si, una mision dificil- intento sonar menos cansado de lo que estaba, y es que Jonathan era un salvaje en el sexo pese a ser tambien algo tierno- ¿te ayudo en algo?- pregunto por querer recuperar el espacio

-si, tu sabes que pronto seré  promovido al nuevo a quaman por lo que mi padre quiere estar concentrado en la politica y ... queria saber si quisierar ir a mi fiesta porque tu sabes, eres mi amigo y yo- realmente Damian  no le presto atención ya tenia toda la información 

-si esta bien-  no podia negarse a una invitación importante, por mas que no quisiera ir  estaba obligado por cuestiones politcas y comerciales con atlantis

-enserio?- el joven  arthur  miraba emocionado a damian, quiza tenia una oportunidad con su pequeña medusa de mar ( apodo que le dio porque  dolia tocarlo, digamos que mas por las dagas  que portaba)

-si, solo dame el día- quería que el rubio se fuera Jon era muy celoso, y Arthur no entendía las indiresctas, ojala que el cielo le mandara un angel

-podria ir tambien?- pregunto una voz femenina muy familiar para Damian

-señora kent- saludo el rubio 

desde otros ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora