𝓒𝓾𝓽𝓮 𝓓𝓸𝓵𝓵 ♡ 𝓣𝓸𝓭𝓸𝓭𝓮𝓴𝓾 ♡

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Tal vez estaba siendo demasiado pesimista, pero realmente deseaba morir en ese momento.

La clase había iniciado hace una hora y estaba perdido en lo que el hombre que estaba frente al salón estaba diciendo, él solo movía la boca sin parar mientras ese montón de fonemas que se suponía formaban palabras salían de sus labios, pero el problema radicaba en el receptor que no podía captar el mensaje y menos decodificarlo porque su mente no comprendía ni siquiera un sonido que ese ser humano, quien se suponía era su profesor, estaba comunicando por medio de su voz.

En conclusión: Shoto Todoroki estaba demasiado fuera de sí para entender a su profesor.

Dentro de sus pensamientos solo estaba la imagen de una cama y el deseo de dormir era tan grande que no podía compararlo a algo más, todo gracias a ese pequeño demonio-ángel que acababa, de alguna forma que aun no comprendía por completo, de comprar ¿O sería adoptar? ¿Era normal comprar muñecas que parecían niños y podía actuar como uno, pero no hablar? ¿Cómo es que siquiera existían? ¡¿Se estaba metiendo en algo del demonio o un culto secreto satánico donde lo harían hacer ofrendas a alguno de los más grandes demonios del infierno?! 

"Espera" se dijo Todoroki a sí mismo, si seguía esa línea de pensamiento probablemente empezaría a planear dónde enterraría un cuerpo y no deseaba tener eso en su mente mientras tenía a muchas personas a su alrededor.

Movió suavemente la cabeza mientras pasaba una mano por su cabello, intentó concentrarse en la clase, pero ya era demasiado tarde porque todos los demás ya estaban saliendo. 

— ¿Te sientes bien, Todoroki? —Cuando giró su cabeza logró ver a su compañera Uraraka Ochaco, quien a veces era demasiado extraña aun para él, junto con Iida Tenya quien tenía sus brazos cruzados, él poseía una presencia algo intimidante, pero cuando pasabas un tiempo con él notarías que es un obsesionado con la reglas quien probablemente era de las mejores personas para confiar que los demás.

—Sí, todo bien, no se preocupen—Dijo en voz baja, guardó su teléfono en un bolsillo de su pantalón y se puso de pie, así los tres caminaron hacia la salida.

— ¿Hay algo interesante que contar, Todoroki~? Tal vez una persona que te interese, sabes que te puedo ayudar con ello—El tono de Uraraka usó mostraba que no le creía lo de que estaba bien ¿Acaso no era normal que él estuviera bien?

—No es nada como eso—Dejó salir un suspiro—Es que compré a un niño, bueno-

— ¡¿Cómo que compraste un niño?! ¡¿Vas a ir a prisión?! —Gritó la castaña y Todoroki apresurado le tuvo que tapar la boca, no quería que lo metieran a la prisión por un mal entendido.

—No puedes gritar en un pasillo, Uraraka—Dijo Iida de forma seria—Hemos hablado muchas veces sobre esto—Y luego dejó salir un resoplido.

—No es un niño-niño, es una muñeca que parece un niño, pero no me metí a nada ilegal—Habló mirando con seriedad a su compañera—Estoy casi seguro de eso—Añadió en casi un susurro.

— ¿Cómo que "casi seguro"? ¡Puedes terminar en prisión! —Y él comprendía muy bien a lo que se refería, pero ya estaba hecho y no pensaba en abandonar a Izuku—Todoroki, no eres tan tonto para caer en el tráfico humano, menos de menores ¿Cierto? —La mirada que el heterocromático recibió fue de preocupación.

—Uraraka, no es tan sencillo meterse en ese tipo de situaciones—Habló Iida nuevamente empezando a caminar con los otros dos siguiéndole.

—Ya te dije que no, lo único es que me la pasé toda la noche comprando ropa en línea para que las usara—Empezó a explicar—Pero creo que me metí tanto en ello que no dormí para nada, estoy casi muriendo del sueño—Al final de la oración dejó salir un bostezo que tapó con su mano. Todoroki sabía muy bien que solo decía la mitad de la verdad, pero era mejor así.

—Por mucho que seas alguien raro, como aquella vez que dijiste lo de ser el "Hand crusher" o algo así, nunca creí que tendrías un hijo antes que nosotros—La risa de Uraraka siempre fue escandalosa, pero esta vez se sintió demasiado fuerte, quizá porque no había dormido más que una hora y tampoco había desayunado.

—Pero es una muñeca, no puede ser considerado un niño—Iida siempre parecía la voz de la razón, sin embargo, entre dos personas con mentalidades algo raras hasta él decía cosas extrañas de vez en cuando, esta no fue una de ellas por suerte—Lo bueno es que no se metió a nada ilegal porque sino me tendría que haber metido en esto por el bien de la sociedad—A lo único que Todoroki podía pensar era que dudaba que su padre dejara un escándalo como ese ver la luz del día, era imposible.

—Eres tan correcto, Iida—Uraraka posó su mano sobre su frente en un signo de exasperación—Si un día tengo un problema con la ley serías al último al que recurriría—Comentó de forma vaga alejando su mirada de su amigo.

— ¿Y cómo te meterías en un problema así? —Ahí fue cuando la conversación pasó de él a Iida y Uraraka, así que decidió despedirse e irse a casa.

En el camino pasó comprando un café que lo despertó un poco, sabía que bien podía usar su auto para no tener que usar el transporte público, pero comprendía que en su estado no era seguro para él o para las demás personas en la calles que él condujera, así que ahí estaba él, el hijo de un gran empresario con grandes propiedades bajo su mano siendo el heredero de gran imperio esperando un autobús para volver a su casa.

Estaba orgulloso de sí mismo, no estaba contaminando—más de lo que ya hacía—al mundo además de que cuando llegara a su destino pondría el vaso que le dieron para el café en un contenedor para que fuera reciclado. Todoroki entendía que no era la gran cosa, pero era algo en lo que podía ayudar y era sencillo de hacer, no le tomaba tanto esfuerzo.

Aunque a veces deseaba hacer más, sin embargo, no siempre era posible.

Recordaba que empezó a tener muchas de esas costumbres gracias a su madre, ella siempre hablaba de lo necesario que era reciclar o que si no necesitas una luz es mejor apagarla, comprar bolsas de tela para no usar de plástico cuando se hacen compras en el supermercado, que ir a un circo donde usan animales para el entretenimiento del humano es apoyar al maltrato y es que ella le enseñó mucho mientras seguía con él antes de que tuviera que ser ingresada en una institución mental por su propio bien.

En el momento en que sintió que sería uno de esos días trató de volver a la realidad.

Cuando lo notó el autobús estaba frente a él y sin más se subió, pasó todo el camino viendo por la ventana pensando en que las cosas que Izuku necesitaba llegarían esa tarde mientras que la ropa tomaría un poco más de tiempo, pero no había mucho por lo que preocuparse ya que a ese pequeño le gustaba usar sus sudaderas aunque le quedaran terriblemente enormes, llegaban hasta por debajo esas tiernas rodillas.

Tenía suerte que el camino en autobús no duraba tanto gracias a vivir relativamente cerca de su universidad, así que al llegar a su parada bajó y caminó a paso tranquilo para llegar a su apartamento, pronto estuvo en el ascensor dirigiéndose al lugar donde ese tierno ser le esperaba.

Puso el pin que le permitía llegar a su piso, cuando la puertas se abrieron en par no podía sentirse más cómodo y tranquilo de haber llegado a ese espacio que pronto llegaría a ser llamado hogar.