▪️CAPÍTULO DOS▪️

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Definitivamente nunca me espere lo que había detrás de esa puerta.

Al entrar en la habitación, al principio, pude observar la normalidad, pero solo por un momento. En la habitación habían dos camas individuales, una a cada lado de la habitación, dos escritorios, en el centro, una ventana que dejaba entrar bastante luz natural, junto con unas cortinas a los lados, que se veían bastante oscuras para no dejar entrar la luz cuando se deseara, dos closets se observaban, uno a cada lado también, ¿y que era lo que anormal en aquella visión? En una de las camas estaba acostado boca abajo un chico, cuya camisa no se encontraba en su cuerpo, luego, sentado en el suelo, debajo de la ventana, con la espalda contra la pared, había otro chico de cabello castaño claro y rostro hermoso, tenía los ojos cerrados y la cabeza recostada a la pared, y su camisa blanca sin abotonar, dejando ver su muy marcado abdomen, y al otro lado de la habitación una chica, alta, de cabello castaño claro y ondulado, piel blanca y delgada pero con unas hermosas curvas, de espalda a nosotros, sacando ropa de un closet y arrojándola a la cama libre.

-¿Skye? - la llamo alegremente Ginger, quien lucia, la parecer, bastante acostumbrada a la escena que estaba frente a nosotros. La chica giró y sonrió al ver a su amiga, se notaba un poco aliviada al verla ahí. Al observarla mejor me di cuenta de lo hermosa que era, y tenía los ojos de color... Esperen, ¿tiene los ojos de color morado?

-¡Ginger! ¿Porque no me avisaste con más tiempo que tendría una compañera? - en su tono de voz había un poco de irritación, luego sus ojos se posaron en mi - ¿es ella?

-Skye, te presento a Summer - Ginger me sonrió mientras colocaba una de sus manos en mi hombro y observaba a Skye, al parecer también notó la voz de su amiga - ella será tu compañera hasta que terminen de remodelar una de las habitaciones del primer piso, lo cual serán solo 2 semanas - le sonrió a Skye, quien al saber aquel dato importante, relajó sus músculos y me brindó una pequeña sonrisa.

-Es un placer, Summer, bienvenida - me estrechó la mano - Disculpa si fui grosera hace un segundo, no me gusta recibir sorpresas - le lanzó una mirada glacial a su mejor amiga, quien solo la abrazó en respuesta.

- No hay problema - admití, ¿a quien le gustan las sorpresas? A mi tampoco me gustaban las sorpresas, le entendía totalmente, aunque su falta de habilidad para disimular no me gusta, cada vez que yo recibía una sorpresa que no era de mi agrado, trataba de disimular un poco, solo por educación.

Por un segundo observe a los dos chicos, Skye siguió mi mirada y cayó en cuenta de sus dos compañeros, quienes yacían dormidos tranquilamente.

- ¡Noah, Jacob! - les gritó - ¿Que no escuchan que tenemos visitas? - el chico que estaba acostado en la cama solo levantó la cabeza, pero estaba mirando hacia el otro lado de donde estábamos, el otro chico ni se movió - ¡Noah, vístete! - los chicos soltaron un suspiro frustrado y un poco adormilados se fueron levantando lentamente de donde estaban.

El que estaba sentado en el piso, Jacob al parecer, ni nos observó, solo se abotonó la camisa y se volvió a acostar pero esta vez en la cama que había dejado recientemente Noah, quien al levantarse se puso su camisa y se nos acercó con una sonrisa un poco cansada. Le observe detalladamente, tenía la mandíbula cuadrada, labios finos pero bastante lindos, una nariz perfecta para sus rasgos, cejas pobladas y ojos, ¿también morados?

-Summer, te presento a mis hermanos, Noah y Jacob - señaló a cada uno según su nombre, Noah me sonrió y me estrechó la mano, Skye se acercó al oído de Jacob y le gritó - ¡Jacob, levántate! - pero este solo hizo un movimiento con su mano y siguió acostado, Skye suspiró cansada - Disculpa Summer, no sabía que ibas a quedarte en mi habitación, hubiera sacado a estos dos antes de que llegaras.

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2020 ⏰

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