1: Árbol de la desdicha

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El sol quemaba tal cual llama en su punto fuerte, la tierra se levantaba con el soplido del viento, quizás el clima sabía de las desgracias que ocurrieron en dicho lugar, evocándose cada que sucedía de nuevo como si supiera el acontecimiento a seguir.

Montado en su caballo preferido llamado "Pedro", al igual que su compañero de aventuras peligrosas desde la infancia, Jungkook y Jimin esperaban bajo aquel árbol de Mezquite, a la espera de ser ahorcados.

Sus manos estaban amarradas con cuerdas, mismas que rodeaban sus cuellos y pendían de lo alto del Mezquite.

Aun se preguntaba y reía al recordar como demonios había caído en la trampa, ¡demonios! como no se había dado cuenta, aunque morir para él no era algo que le diese miedo, vivió como quiso vivir.

Moriría orgulloso de lo que es, el bandido más buscado de todo Smeraldo junto a sus locuaces, la satisfacción de haber tenido a todo un ejército a sus pies nadie se lo quitara, ni volviendo a revivir de nuevo, el haber corrompido el sistema y las leyes del gobierno fue como jugar con niños pequeños, así de fácil, se rio en sus caras y se los restregó miles de veces con actos.

―Fue un placer trabajar con ustedes, par de omegas inútiles, en especial a ti Jk, quien diría que fueras uno de esos ―Lee Hyo rio ante lo que había descubierto horas después de haberlos atrapados, ese maldito alfa bastardo tenia el descaro de hablarle todavía, en su mente lo había matado de maneras diferentes. No se contuvo el escupir al suelo mostrándole de esa forma su desprecio hacia él.

Hombre traicionero y sin palabra, Jungkook juraba que hasta el más vagabundo de todo Smeraldo cumpliría, este poco hombre resulto ser, bufando ante el pensamiento que tenia de aquel viejo.

Le había contactado para robar una mercancía que sería trasladada en un viaje de tren de Eremeru, le trajo lo que quería y el bastardo le jugo chueco, juraba que si esa cuerda no lo lograba ahorcar en minutos se las arreglaría para zafarse del amarre y le metería unos plomazos en esa cara horrenda que se cargaba.

Y a sus fieles perros también les dejaría un regalito.

En el momento en que habían sido atrapados, habían tratado de escaparse de las manos de sus hombres porque, aunque ellos fueran alfas un omega tenía más agilidad tanto por su tamaño y peso, y para asegurarse de ese problema les habían dado a fuerza una infusión para debilitarlos, estando sin fuerzas no podían recurrir a su parte lobuna esta se encontraba debilitada y eso en algún momento le preocupo, descubriendo así que ambos eran omegas cuando su aroma salió a flote debido a que no había tomado la infusión que se tomaba todos los días sin falta.

Lee Hyo se acerco a ellos, llevando consigo una vara en su mano derecha, desviándose hasta posarse atrás de los caballos listo para pegarles y que estos saliesen corriendo, dejándoles caer a ambos y morir ahorcados. Siendo su acción evitada cuando los cuerpos de sus hombres comenzaron a caer sin vida de uno por uno al suelo terrenal y el sonido de la pólvora disparada de las armas resonando en el lugar hasta dar con el y dejarle varios en su cuerpo dejándolo muerto.

A poco creían se saldrían con la suya, ¡ja!

Hombres uniformados comenzaron a salir de entre los árboles, reconociendo una cara que nunca olvidaría, Kim Seokjin el alfa general de Eremeru, acercándose en su caballo y después bajar de el.

― Creí que no nos volveríamos a ver Seokjin― recordando cuando fue la ultima ves que le miro, quizás hace un par de años, cuando ese andaba en la travesía de un amor prohibido.

― La grata sorpresa en momentos como este Jungkook―su nombre real saliendo de la boca de Seokjin sonó desafinado, tratando de recordarle su pasado y que él no era una amenaza para el omega. ―Parece que tendré que lidiar con ustedes par de mocosos

Jimin quien hasta ese momento aguardaba silencio, bufo ante lo dicho.

― Mocosos tu abuela ―había olvidado el carácter de la omega y es que bien dicen los alegres son enojones y de carácter fuerte, le daba gusto que después de años aún seguían siendo igual ambos y juntos.

―ah, me estoy arrepintiendo de salvarte la vida― reprochándole ante semejante comentario. ―No estaba seguro de que estuviera diciendo la verdad―refiriéndose al alfa muerto, dibujándose en su cara una sonrisa al recordarle en la cantina borracho y rodeado de putas.

 ―No estaba seguro de que estuviera diciendo la verdad―refiriéndose al alfa muerto, dibujándose en su cara una sonrisa al recordarle en la cantina borracho y rodeado de putas

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Después de haberlos capturados Lee, el genio tuvo la maravillosa idea de irse a la cantina y emborracharse por su logro, lástima que esa fue su última noche.

Abriendo la boca de más termino diciendo estupideces y entre ellas que tenía al bandido Jk, bien dicen que los niños y borrachos dicen la verdad.

"EL GRAN JK ESTA EN MIS MANOS, NO ME CRERAN LA SORPRESA QUE ME LLEVE AL DESCUBRIR LO QUE ENVERDAD ES" la voz arrastrada de Lee resonó en el lugar logrando tener la atención del gentío de alfas, betas y omegas del lugar, dando santo y seña del lugar donde supuestamente lo mataría.

"¿Cuál es la sorpresa Lee?, a todos nos impacienta que será" preguntó uno de las alfas que se encontraba sentado en la misma mesa con él, teniendo a una omega libertina sentada en su regazo.

Tomando entre sus manos el tarro de cerveza "Cuando le estén preparando para su entierro lo sabrán por la boca de quien lo preparo, y si no comprenden me buscan, con lujos y detalles se los cuento" quería mirar la cara de todo Smeraldo cuando supieran que un omega los hacia como quisiera, el gobierno quedaría como la burla del pueblo.

"¡Dilo de una vez! El alfa riéndose en su cara, quien le creería a ese viejo, tenia dinero, sí, pero a los viejos a veces les falta un tornillo.

"Ya me impacientaste, haces muchas preguntas" sacando su arma de la parte trasera de su pantalón, disparándole en la cabeza, la omega quitándose del lugar al sentirse asustada, dejando caer el cuerpo al suelo." Alguien mas que no quiera esperar" los gritos no tardaron en pronunciarse en el lugar, algunos saliendo sin querer problemas, otros no queriendo ser el siguiente en dejar este mundo.

En el fondo de la cantina, allá arrinconado un general presenciaba dicha escena en silencio, viendo salir al alfa Lee del lugar, se levanto tenia que impedir dicha muerte, dirigiéndose en busca de sus hombres al lugar que dicho alfa dio a conocer, lugar que todos sabían que era el árbol de la desdicha y no por algo se debía dicho nombre, todos sabían lo que se hacia ahí.



EN BUSCA DEL BANDIDO- omegaverse TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora