Rodeado de mariposas

2.6K 178 209
                                    

Historia realizada para el reto "Okaeri! Otoo-san!" del grupo de WhatsApp "𝑮𝒊𝒚𝒖𝒖𝒔𝒉𝒊𝒏𝒐 𝑭𝒖𝒋𝒊 𝒂𝒎𝒆" y también es participe del evento GiyuShinoFamily en el grupo de Facebook "GiyuShino - is love, is live".

Advertencia: La siguiente historia es un universo alternativo.

Descargo de responsabilidad. Kimetsu no Yaiba ni ninguno de sus personajes me pertenecen. La historia fue hecha sin fines lucrativos pero si de distracción para las personas que la lean y para mí misma. Ignoro si hay una historia parecida en la extensa cantidad de relatos con la que cuenta Fanfiction o cualquier otra plataforma similar.

Summary:

Sabe que está muy distante de ser el esposo o el padre perfecto pero cada día se esfuerza para dar su mejor versión de sí mismo con ellas y de estar presente siempre, ayudándolas en todo lo que pueda y amándolas con todo su corazón, después de todo, Shinobu, Shizu y Hayami son las razones de su existir y significan todo un universo para él.

Sabe que está muy distante de ser el esposo o el padre perfecto pero cada día se esfuerza para dar su mejor versión de sí mismo con ellas y de estar presente siempre, ayudándolas en todo lo que pueda y amándolas con todo su corazón, después de tod...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Del otro lado de la puerta cerrada de la habitación, eran audibles unos ligeros murmullos y el sonido de pequeños pasos descalzos corretear por el pasillo. Los ruidos lo despertaron por lo que dejó de abrazar a su esposa y torpemente extendió su mano a tientas hasta alcanzar el interruptor de la lámpara al costado de la cama.

La tenue luz amarillenta proporcionó un poco de visibilidad dentro de la oscura habitación y, tras frotar sus ojos con pereza, le fue posible enfocar los diminutos pies de sus hijas y las sombras que estos proyectaban en el suelo, infiltrándose por debajo de la entrada de la recamara.

Se sentó despacio sobre el colchón, desenvolviéndose con cuidado del agarre con el que su esposa lo mantenía pegado a ella y la arropó mejor con las sábanas. Con algo de prisa pero con cuidado de no hacer mucho ruido dentro para evitar despertarla, procedió a recoger las prendas de ropa que habían sido desperdigadas sin cuidado hace algunas horas por lo que habían hecho; dobló la ropa de Shinobu y la dejó a su alcance por si llegaba a despertarse por cualquier motivo y no fuese necesario que las buscara por todo el lugar. Se vistió y caminó silenciosamente hacía la puerta para pegar su oreja contra la madera con la finalidad de escuchar qué pasaba afuera.

-Shizu, ¿por qué no entramos?

-La tía Tsutako dice que siempre debemos llamar a la puerta de papá y mamá antes de entrar.

Giyuu agradeció mentalmente a su hermana por ello. Le invitará algo después cuando la vea.

-Entonces, ¿por qué no tocas?

-Creo que ya están dormidos, no deberíamos molestarlos. Mamá se veía cansada durante la cena, papá también.

De repente, un flashazo de luz blanquecina iluminó por unos segundos el cuarto desde la ventana y, casi inmediatamente después, el ruido estridente de un gran trueno retumbó por toda la casa, haciendo que las hermanas que estaban afuera murmurando indecisas entre si debían o no entrar emitieran un chillido.

Rodeado de MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora